La adrenalina de correr sin saber cómo o cuándo detenerte, el viento en tu cara mientras vas en caída libre, la libertad de moverte entre el viento sintiendo que tú controlas el viento y por ende, la Tierra. Los deportes extremos son más que el llamado de locura para unos cuantos, se trata de una forma de vivir nuestra existencia al máximo, de saber de lo que somos capaces y de explorar nuevas formas de ver la vida… y la muerte.
No todos los deportes extremos son para el público en general. El wingsuiting por ejemplo, es lo más cercano que tenemos a volar de forma libre como las aves. Con un traje especial, los expertos se lanzan desde precipicios y montañas para tomar las corrientes de aíre a una alta velocidad, pero sin duda son años de entrenamiento sin olvidar el gran costo que implica practicar ese deporte.
Sin embargo, existen muchos otros deportes extremos que te llenarán de adrenalina, avivarán tus sentidos y te recordarán que no estamos hechos de vidrios y que a veces necesitamos un poco de peligro en nuestras vidas. Recuerda que siempre que practiques un deporte, no importa si eres experto o si es tu primera vez, la seguridad es lo primero y debes usar el equipo adecuado.
Bicicleta de montaña
Existen lugares en los que puedes hacer trekking (caminar unas horas por ciertos senderos impresionantes) y llegar a la cima de una montaña o por lo menos una colina para después bajarla en una bicicleta de montaña. A diferencia de un tranquilo paseo por la ciudad, bajar una montaña en bicicleta te hará ir a un ritmo distinto.
Si es tu primera vez, toma las horas que sea necesario y baja poco a poco aprendiendo a sentir el terreno para acoplarte a él. Después de la primera vez seguramente querrás repetir la experiencia.
Kitesurf
A diferencia del surf en el que la comunicación con el agua el la mayor parte del trabajo, el kitesurf te obliga a comunicarte con el agua y el aire. Mientras el viento te impulsa, las olas son tu forma de seguir tocando algo bajo tus pies. Hacer kitesurf implica tener bastante fuerza en los brazos y el abdomen, además de que necesitas saber nadar, pero sin duda es un deporte que al levantarte varios metros sobre el nivel del mar se puede volver adictivo.
Paracaidismo
Muchos lo ven como otra cosa y no como un deporte extremo, pero piensa en que implica en saltar desde miles de metros hacia el vacío y después planear suavemente hasta un punto preciso. Si no eres un experto certificado, siempre tendrás que saltar con alguien más que te ayude, pero incluso así la adrenalina de ir en picada hará que te sientas más vivo que nunca.
Snowboarding
Uno de los deportes extremos más populares por ser uno de los más divertidos. Aunque lograr recorrer una simple pista toma mucho tiempo si no tienes experiencia, en cuanto sabes cómo usar los pies y el resto del cuerpo para controlar el equilibrio, notarás que recorrer la nieve puede llegar a ser incluso hipnotizante.
Rafting
Lo bueno de ir en los llamados “rápidos” es que existen distintas categorías, por lo que puedes comenzar desde unos que te permitan adaptarte a las corrientes y a lo que implica ir golpeando rocas bastante cercanas a ti hasta que te atrevas a subir un poco más y sientas la verdadera fuerza del agua que no tendrá compasión por ti.
Los deportes extremos te ayudan a ganar estabilidad, equilibrio, fuerza y a controlar tus impulsos, miedos y músculos entre otras cosas. Siempre busca la ayuda de expertos, pues invertir en ellos es la diferencia entre divertirte y aprender un nuevo deporte y un viaje al hospital.