El avance del cambio climático nos lleva a un punto de no retorno, eso es bien sabido. No por ello, sin embargo, resulta menos dramático, y las consecuencias pueden adoptar un sinfín de formas, entre ellas los eventos extremos, la sexta gran extinción o esta nueva noticia que nos habla de una imposible vuelta atrás en el deshielo antártico.
¿Pero, qué significa exactamente ese punto de no retorno en la Antártida? La Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado la voz de alarma esta semana sobre la fragilidad del dique de seguridad que rodea la región.
Hasta tal punto ha manifestado su preocupación que incluso ha llegado a afirmar que las barreras de hielo que rodean la Antártida se han estrechado y en algunos casos desaparecido.
O lo que es lo mismo, pronto se producirá un aumento del nivel del mar sin marcha atrás, según concluye la investigación realizada.
El uso de satélites ha permitido observar los cambios. En concreto, este dique de enormes proporciones ha estado desapareciendo en los últimos 20 años, según revelan los datos de radar del satélite Envista, que refleja la pérdida de hielo.
El resultado ha sido el estrechamiento de muchas de ellas y la desparición de otras adoptando forma de icebergs. Por lo tanto, su función como muros de contención del hielo que se desplaza hacia el mar está seriamente comprometida.
El dique de seguridad, en peligro
Una difícil situación que hace peligrar el dique de seguridad. Y será irreversible pues, habida cuenta del avance del calentamiento global, solo puede ir a peor.
A efectos prácticos, que esas barreras estén desapareciendo significa que dejen de actuar como muros de contención, puesto que, según el organismo, al estar conectadas con los glaciares y las corrientes de hielo en tierra firme, desempeñan un importante papel a la hora de evitar que el hielo se desplace hacia el mar.
Aumento del nivel del mar
La ESA explica que el flujo de los glaciares ubicados tras esos diques muy probablemente se acelerarían y ello produciría un aumento del nivel del mar.
A partir de los datos recogidos por la ESA, científicos de la Universidad de Erlangen-Nürnberg, del Instituto Universitario de París y del Laboratorio de Glaciologia et Geofísica del Medio AMbiente (LGGE) de Grenoble han llegado a estas conclusiones.
Su investigación, publicada en la revista Nature Climate Chante, advierte que si lo suficiente de ellos flotando colapso plataformas de hielo, se esperaría que la tasa de pérdida de hielo interior para acelerar, causando impactos generalizados en todo el mundo.
Este descubrimiento no solo sirve para echarnos las manos a la cabeza y concienciarnos de la importancia de aplicar políticas activas que vayan mása allá de lo meramente voluntario. Además, ayudará a pronosticar la evolución de la capa de hielo de la Antártida que el calentamiento global está derritiendo.
También será de utilidad conocer esta merma significativa con el fin de estar más alertas ante una posible fractura, en cuyo caso la pérdida de hielo de la misma sería mucho más probable.
¿Cuánto hielo perderá la Antártida?
El hielo flotante que perderá la región antártica ha dejado de ser una incógnita desde que este mismo grupo de científicos ha calculado el área que cada plataforma de hielo de la Antártica puede perder sin que las partes conectadas a la tierra colapsen en el océano.
La investigación, publicada en la revista Nature, concluye que si bien algunas placas de hielo pueden verse reducidas de forma significativa sin que ello tenga un efecto inmediato sobre el resto de la plataforma, en otras el deshielo sí tendría consecuencias significativas en su conjunto.
Los autores del trabajo recuerdan que ese hielo flotante actúan como un anclaje para el área que se encuentra unido a la tierra. Es decir, evitan que se separen y acaben yendo a la deriva.
Éste es el primer estudio que ha determinado cuál es el área de apoyo para que esto no ocurra. En cifras, el estudio concluyó que en torno a un 13 por ciento de las placas de hielo antárticas tienen un bajo impacto o PSI, siglas referidas a la “placa de hielo pasiva”.
Otras tienen más riesgo de sufrir más pérdidas de hielo, como ocurre por ejemplo con las plataformas del mar de Amundsen y del Bellingshausen, con un PSI del 7 y 5 por ciento, respectivamente.
Según apunta Johannes Fürst, uno de los investigadores, la pérdida de hielo podría dispararse de tal modo que supusiera un importante aumento del nivel del mar.
Las predicciones realizadas hasta ahora sobre el ritmo del nivel del mar en las próximas décadas y siglos debería entonces reajustarse. Lógicamente, aumentando el número de metros de tierra que se comería. Así lo explica el experto:
Una vez se produzca la pérdida de hielo a través de la partición de los icebergs iremos más allá de la plataforma de hielo pasiva y se producirán cortes en la banda de seguridad.
Entonces el hielo fluirá hacia el océano y el deshielo se acelerará. Ello bien podría suponer una contribución elevada a la subida del nivel del mar que esperamos en las décadas y siglos venideros.
Más nevadas, y más deshielo
Cosas del cambio climático, aunque el calentamiento global está provocando un deshielo con consecuencias como las apuntadas, a su vez están aumentando las nevadas.
No es tan raro, en realidad. No en vano, los cambios inesperados y sus consecuencias, no menos inesperadas, son propias del cambio climático. En este caso, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature, conforme aumenta la temperatura media del planeta también sube la humedad y se incrementan las nevadas. Paradojas del cambio climático, ese aumento de nieve acelera el deshielo y, con ello, el nivel del mar.