Más de 70 por ciento de las especies silvestres que servirán de base para el futuro suministro mundial de alimentos requieren medidas urgentes para recolectarlas y conservarlas, alertaron a Sputnik Nóvosti científicos que publicaron un estudio de cinco años para mapear estos recursos vegetales.
Los científicos cuantificaron 1.076 grupos de especies (taxones) emparentados con 81 variedades actualmente sembradas reuniendo “registros históricos de herbarios, de botánicos y de otros investigadores” de bancos de genes y de la biodiversidad, explicó a esta agencia uno de los coautores del estudio, Colin Khoury, del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), con sede en la ciudad colombiana de Cali.
De esos 1.076 grupos, 313 carecen de muestras genéticas vivas, otros 257 tienen menos de 10 muestras, mientras más de 70 por ciento requieren más recolección y conservación y más de 95 por ciento están insuficientemente representados.
Los registros reunidos por los científicos incluyen descripciones sobre los lugares donde las plantas fueron recolectadas.
“Tomamos esa información y la mapeamos”, y luego “mediante modelos matemáticos examinamos las similitudes de las zonas donde están las especies y de otras con climas parecidos”, dijo Khoury, también investigador del Centro para el Análisis de Sistemas Agrícolas de la Universidad de Wageningen, Holanda.
Cuando las semejanzas entre distintas zonas son suficientes, los modelos las incluyen como áreas de “distribución potencial”.
El resultado son “mapas calientes o mapas de riqueza, que contemplan toda esa distribución potencial”, añadió el especialista.
Las especies silvestres suelen contener características valiosas, como tolerancia a las enfermedades o a la sequía, por lo que su pérdida limitará nuestra capacidad de adaptación a las altas temperaturas, los suelos más salinos y otras circunstancias que pueden atribuirse al cambio climático.
Las regiones más ricas resultaron ser el Mediterráneo, Medio Oriente y el sur de Europa, por su intensa relación “con cultivos muy importantes, como trigo, cebada, avena, porotos, garbanzos, lentejas, frutas de carozo y aceitunas”, y muchos de estos alimentos tienen abundancia de parientes silvestres, observó Khoury.
Riqueza Latinoamericana
Aunque en un grado menor, muchas otras regiones son enormemente ricas en variedades silvestres cultivables, como Mesoamérica (sur de México y América Central), los Andes y zonas amazónicas de América del Sur, según Khoury.
De hecho, América Latina es uno de los “puntos calientes” en los mapas de este estudio, porque en México pueden hallarse 52 especies de alta prioridad, en Brasil, 51, y en Perú, 44.Las zonas latinoamericanas más relevantes son los Andes, por sus variedades silvestres de papa, tomate, frijol y quinua; ciertas regiones de Brasil, Paraguay y Bolivia, por sus especies de yuca, maní, batata y piña, y Mesoamérica, por el maíz, el frijol, el zapallo, el cacao, los chiles y las batatas.
La existencia de estas riquezas vegetales está en peligro por una multitud de factores, incluidas las guerras.
En América Latina, “el factor que puede estar afectando a estas especies es el cambio en el uso de la tierra”, dijo a Sputnik Nóvosti la colombiana Nora Castañeda-Álvarez, otra de las coautoras del estudio e investigadora del CIAT y de la Escuela de Biociencias de la Universidad de Birmingham.
Por ejemplo, “la extensión de la frontera agrícola en zonas de alta riqueza de parientes silvestres de yuca en Suramérica, o zonas de alta riqueza de parientes silvestres de frijoles en Centroamérica”, dijo Castañeda-Álvarez.“De igual manera, los cambios de uso de la tierra asociados con la expansión de infraestructura (por ejemplo, nuevas carreteras) también está afectando los hábitat de algunos parientes, como ya ha sido observado con algunos parientes de papas en los Andes”, añadió.
Nature Plant es una publicación mensual que se ocupa de todos los aspectos de las plantas, desde su evolución, desarrollo y metabolismo hasta sus interacciones con el medio ambiente o su importancia social.