Los elevados niveles de inventarios y una demanda mundial relativamente débil significan que las condiciones de mercado para los cereales utilizados como alimentos básicos, deberían ser estables durante al menos otra temporada, según la última Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales
Precios alimentarios
También se presentó hoy el Índice de precios de los alimentos de la FAO para marzo. En conjunto, el índice aumentó un 1,0 por ciento en comparación con febrero, ya que los altos precios del azúcar y el aumento de las cotizaciones del aceite de palma compensaron con creces la caída del precio de los productos lácteos.
El índice tuvo un promedio de 151,0 puntos en marzo, su nivel más alto en 2016, pero todavía cerca del 12,0 por ciento por debajo de su nivel de un año antes.
El índice de precios de los alimentos de la FAO es un índice ponderado en base a los intercambios comerciales, que hace el seguimiento de los precios internacionales de cinco grupos principales de productos básicos alimentarios: cereales, aceites vegetales, productos lácteos, carne y azúcar. Su declive en el último año refleja un amplio suministro de alimentos, una desaceleración económica mundial y una mayor fortaleza del dólar EEUU.
El índice de precios de los cereales de la FAO –considerado uno de los principales- se redujo ligeramente en marzo, marcando el quinto mes consecutivo de descenso, en medio de un panorama favorable de suministros de la nueva temporada. La caída fue mucho más pronunciada si se compara con el año pasado, ya que el subíndice se ha reducido un 13,1 por ciento respecto a su nivel de marzo de 2015.
El índice de precios del azúcar de la FAO subió un 17,1 por ciento respecto a febrero, alcanzando su nivel más alto desde noviembre de 2014. El fuerte aumento refleja principalmente las expectativas de un mayor déficit de producción durante el actual año agrícola, pero es probable que también refleje un aumento en el uso de azúcar en bruto para la producción de etanol en Brasil.
El índice de precios de aceites vegetales de la FAO también aumentó notablemente, con una subida del 6,3 por ciento en relación a febrero, ya que los precios internacionales del aceite de palma se dispararon a causa de una sequía prolongada en Malasia e Indonesia, con diferencia los principales productores mundiales. Los precios del aceite de soja se mantuvieron estables, mientras que descendieron los del aceite de girasol y de colza.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO se redujo un 8,2 por ciento, llegando a su nivel más bajo desde junio de 2009, lastrado por la caída de precios de la mantequilla y queso. El Índice de precios de la carne de se mantuvo prácticamente sin cambios respecto al mes pasado.
Primeras previsiones para 2016/17
La ligera disminución de la producción mundial de cereales de2016/17 prevista por la FAO sería resultado en gran medida de una menor producción de trigo a nivel mundial, que ahora se espera ascienda a 712,7 millones de toneladas, cerca de 20 millones de toneladas menos que en 2015. La disminución se debe principalmente a la menor superficie plantada en la Federación de Rusia y Ucrania, afectados ambas por el tiempo seco.
La producción mundial de cereales secundarios se prevé en 1 313 millones de toneladas, alrededor de 11 millones de toneladas más que en 2015, con incrementos esperados en la producción de maíz que compensarán con creces los descensos de la cebada y el sorgo. La producción de maíz se calcula crezca en un 1,1 por ciento (a 1 014 millones de toneladas), impulsada por la recuperación de los rendimientos en la Unión Europea y la ampliación de la superficie plantada en los Estados Unidos. Al mismo tiempo, se espera una caída de la producción de maíz en África austral y Brasil, debido a la sequía y las condiciones de crecimiento adversas asociadas al fenómeno de El Niño.
Hay prevista una recuperación de la producción mundial de arroz, gracias a un retorno a condiciones meteorológicas normales en el hemisferio norte y Asia, donde las lluvias irregulares han afectado a la actividad de siembra de las últimas dos temporadas. La producción mundial, aunque perjudicada por los precios poco atractivos, se prevé aumente un 1,0 por ciento, hasta los 495 millones de toneladas.
Sin embargo, está previsto que el comercio internacional de cereales en 2016/17 descienda por segunda temporada consecutiva, debido a la abundancia de existencias almacenadas y un crecimiento modesto de la demanda en muchos países importadores.
Por otra parte, la utilización mundial de cereales en 2016/17 se prevé crezca sólo modestamente, aumentando en cerca del 1,0 por ciento, a 2 547 millones de toneladas, según las nuevas estimaciones, de momento de carácter preliminar.
Debido a que se prevé que la utilización supere a la producción, será necesario recurrir a las reservas de cereales para cubrir ese déficit. El pronóstico inicial de la FAO para reservas mundiales de cereales al cierre de las campañas que terminan en 2017, apunta a una probable disminución del 3,9 por ciento anual, a 611 millones de toneladas. Sin embargo, el coeficiente resultante de reservas y utilización mundial de cereales se acercaría todavía a un 23 por ciento, muy por encima del mínimo histórico del 20,5 por ciento registrado en la temporada 2007/2008.