La Tierra es ahora más verde que hace tres décadas. Esta es la principal conclusión de un estudio internacional, publicado en Nature Climate Change, que ha detectado un ascenso significativo de la cantidad de biomasa verde –las hojas–, en el 40% de las regiones del planeta desde 1982 a 2015, mientras que solo en un 4% se ha apreciado una pérdida significativa de vegetación.
“Con este estudio, hemos podido atribuir el enverdecimiento del planeta al aumento de los niveles de CO2 atmosféricos provocado por el consumo de combustibles fósiles”, asegura Josep Peñuelas, coautor del trabajo e investigador del CSIC en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), en España.
Al haber más dióxido de carbono, las plantas han podido generar más hojas capturándolo de la atmósfera, durante la fotosíntesis. Gracias a ello, el incremento de la concentración de este gas de efecto invernadero se ha visto frenado.
Esta gran adición de verde “puede tener la capacidad de cambiar los ciclos del agua y del carbono a nivel global”, añade Peñuelas. Otros estudios ya habían detectado que las plantas eran capaces de almacenar cada vez más carbono desde 1980, lo que concuerda totalmente con la idea de enverdecimiento planetario que defiende esta investigación.
Sin embargo, esto no significa que el aumento de CO2 atmosférico sea positivo para el clima. A pesar de esta mayor cantidad de hojas, “el cambio climático, el aumento de la temperatura global, el incremento del nivel del mar, el deshielo o las tormentas tropicales cada vez más potentes son un hecho”, asevera el investigador.
Además, “el efecto fertilizante del dióxido de carbono cada vez es menor a medida que las plantas van aclimatándose a este aumento o echan de menos otros recursos necesarios para su crecimiento como el agua o los nutrientes, sobre todo el fósforo”.
Esta fertilización por parte del CO2 es el principal motivo (en un 70%) por el que la Tierra se está enverdeciendo. Pero el estudio, además, identifica el cambio climático (en un 8%), el nitrógeno atmosférico (en un 9%) y los cambios de usos del suelo (en un 4%) como otras razones de peso que habrá que seguir para ver cómo evoluciona la vegetación a nivel planetario.
Fuente: SINC