El sexo de muchas especies de reptiles se determina por la temperatura del ambiente debido a un gen decisivo que puede activarse durante la incubación, con lo que el cambio climático podría poner en peligro algunas especies por la desproporción entre machos y hembras.
Ésta es la principal conclusión de un estudio realizado por varios biólogos liderados por Turk Rhen, de la Universidad de Dakota del Norte, y publicado en la revista ‘Genetics’. Los científicos indican que comprender la genética en la determinación del sexo podría ayudar a predecir cómo evolucionarán los reptiles en respuesta al cambio climático.
En cocodrilos, caimanes y ciertas especies de lagartos y tortugas, un embrión puede llegar a ser macho o hembra en función de las temperaturas que experimenta mientras está en el huevo. El cambio climático afectaría por tanto al futuro de estas especies al distorsionar la relación de sexos.
Para encontrar pistas sobre los mecanismos moleculares detrás de este proceso, Rhen y sus colegas investigaron cómo los genes influyen en la determinación del sexo en las tortugas lagarto, lo cual se produce en un breve lapso de cinco días durante los 65 días de incubación del huevo, lo que denominan “periodo sensible a la temperatura”.
Los científicos indican que si la temperatura de incubación durante ese periodo se cambia de la ‘temperatura productora de machos’ (26,5ºC) a la ‘temperatura productora de hembras’ (31ºC), todos los huevos eclosionan en hembras.
En trabajos anteriores, el equipo identificó un gen (CIRBP o proteína de unión a ARN inducida por frío) que se activa en 24 horas dentro de ese periodo sensible a la temperatura y dos días más tarde puede influir en el desarrollo de los ovarios o los testículos.
Fuente: Lainformación.com
