Un estudio de la Universidad de Florida ha mostrado que la monotonía, el desorden y la suciedad en el entorno laboral ralentizan los procesos mentales.
Investigadores estadounidenses, liderados por el profesor Joseph Grzywacz, han revelado otro factor que influye en el rendimiento de un empleado: el del entorno físico en el que trabaja.
Una serie de experimentos realizados entre adultos de ambos sexos de edades comprendidas entre los 32 y los 84 años ha puesto de relieve que la falta de higiene—entendida en un sentido amplio como el impacto de ciertas sustancias químicas y ruido—, causa a largo plazo la degradación de las funciones mentales.
Precisamente, trabajar en un ambiente sucio o poco saludable debilita la memoria episódica de la persona, que es la que aglutina momentos, lugares y demás sucesos autobiográficos. Por el contrario, una oficina limpia y bien decorada contrarresta los factores debilitantes y contribuye a la salud mental.
Otros factores nocivos para la productividad, analizados en el estudio, son la monotonía y la falta de iniciativa en el trabajo, así como un ambiente psicológico desfavorable. El estudio saca a relucir que, en este ámbito, se han mostrado más susceptibles las mujeres interrogadas.
Las conclusiones son evidentes: búscate un empleo donde te sientas cómodo y donde haya un espacio cómodo para tomar decisiones. Y, antes de redactar tu currículum vitae, limpia tu escritorio.