Dan Phillips es un constructor de Texas, Estados Unidos, que usa materiales donados y desechados para crear viviendas para personas de bajos ingresos. Sus casas, diseñadas con un 80% de elementos reciclados, son obras de arte únicas.
Al usar elementos donados o encontrados, Phillips logra reducir notablemente los costos de la construcción. Así, le provee a los habitantes un hogar accesible y único. En sus manos, portarretratos, DVDs, espejos y cerámicas rotas, corchos y casi cualquier elemento durable, tienen el potencial de formar parte de una casa.
En 1997 Phillips fundó Phoenix Commotion, empresa que realiza construcciones sustentables con materiales reciclados para reducir las quemas en los vertederos. La empresa tiene además un objetivo social, ya que las viviendas están destinadas principalmente a madres solteras, artistas y familias de bajos ingresos.
Phoenix Commotion también capacita a personas desempleadas en el oficio de la construcción, dándoles una oportunidad de insertarse nuevamente en el mercado gracias a las destrezas adquiridas. Además del trabajo que realizan sus empleados, Phillips busca que los potenciales residentes de la vivienda se involucren en el proceso de erigir su hogar.
A pesar de su vocación social, la empresa no es una organización sin fines de lucro. Esto se debe a que Phillips busca demostrar que la construcción con materiales desechados es rentable.