La superficie de Mercurio, el planeta más cercano al Sol, parece un lugar muy improbable en el que encontrar hielo, pero las investigaciones realizadas a lo largo de las últimas tres décadas han sugerido que hay agua congelada en él, concretamente protegida de los infernales rayos solares en suelos que se hallan permanentemente a la sombra dentro de ciertos cráteres.
Ahora, los resultados de un nuevo estudio sugieren que podría haber mucho más hielo en la superficie de Mercurio que el que se creía previamente.
La idea de que Mercurio podría tener agua helada surgió en la década de 1990, cuando desde la superficie de la Tierra algunos radiotelescopios detectaron regiones altamente reflectantes dentro de varios cráteres cerca de los polos de Mercurio. El eje del planeta no tiene mucha inclinación, así que sus polos reciben poca luz solar directa, y los suelos de algunos cráteres prácticamente no la reciben. Sin una atmósfera que retenga calor procedente de las superficies circundantes, se calcula que las temperaturas en estas zonas perpetuamente a la sombra son lo bastante bajas como para que el hielo de agua se mantenga estable. Eso planteó la posibilidad de que esas regiones “brillantes” para el radar pudieran ser hielo.
La idea ganó muchos puntos después de que la sonda MESSENGER de la NASA entrara en la órbita de Mercurio en 2011. La nave detectó señales procedentes del polo norte del planeta que eran coincidentes con las del hielo de agua.
Para el nuevo estudio, el equipo de Ariel Deutsch, de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island, Estados Unidos, y Gregory Neumann, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, analizó a fondo los datos enviados por la MESSENGER. Estos científicos examinaron en concreto lecturas del altímetro láser de la nave espacial. El dispositivo se usa sobre todo para realizar mapas de elevación, pero puede usarse también para hacer un seguimiento de la reflectancia de la superficie.
Los resultados del estudio indican que hay que añadir tres nuevos miembros a la lista de cráteres próximos al polo norte de Mercurio que parecen albergar grandes depósitos de hielo superficial. Pero además de esos grandes depósitos, la investigación ha permitido hallar evidencias de otros más pequeños distribuidos por todo el polo norte, tanto dentro de cráteres como en el terreno a la sombra entre ellos. Aunque sean pequeños, esos depósitos pueden constituir en su conjunto una masa notable de hielo. La cantidad total de hielo en Mercurio parece, por tanto, que es bastante más grande que la estimada hasta ahora.
Fuente:noticiasdelaciencia