Este mes se celebrará una importante cumbre sobre especies migratorias en Manila, donde se presentarán directrices para garantizar una mejor protección de los animales marinos durante la observación de fauna desde embarcaciones.
La navegación recreativa para observar ballenas, delfines, tiburones, rayas y tortugas, así como colonias de aves marinas, es una actividad comercial de rápido crecimiento en todo el mundo que tiene un impacto positivo en las economías locales.
Sin embargo, cuando no está regulado, este tipo de turismo de fauna marina puede tener efectos negativos inmediatos y acumulativos en muchas especies. El ruido prolongado y la interacción humana intensiva pueden afectar al uso de su hábitat, alterar su comportamiento natural, inducir estrés crónico e incluso causar lesiones y muerte como resultado de colisiones. A largo plazo, puede provocar que los animales se alejen de la zona, resultando en una menor reproducción y disminución de sus poblaciones.
Bradnee Chambers, Secretario Ejecutivo de la Convención sobre las Especies Migratorias (CMS), afirma que las nuevas directrices ayudarán a los países a reducir el impacto de este tipo de turismo sobre algunas de las criaturas marinas más hermosas del planeta.
“Nuestro lema es la sostenibilidad. La observación de la fauna silvestre desde embarcaciones no tiene por qué tener consecuencias negativas para las poblaciones marinas y sus hábitats. Reconocemos la importancia económica del turismo relacionado con la fauna para las comunidades locales y el beneficio adicional que conlleva en cuanto a la conservación y concienciación. No obstante, si no se gestiona adecuadamente y las poblaciones de animales se alejan de los sitios conocidos o disminuyen en número, todos perderán” dijo el Dr. Chambers.
Las directrices fueron desarrolladas a raíz de una resolución adoptada en la Undécima Conferencia de las Partes (COP11) de la CMS, celebrada en Quito (Ecuador) en 2014. Serán presentadas para su adopción en la COP12 este mes, que tendrá lugar en Filipinas del 23 al 28 de octubre de 2017.
La propuesta incluye modelos de “buenas prácticas” para las excursiones de observación de fauna silvestre desde embarcaciones y ejemplos de las limitaciones que están siendo aplicadas en la actualidad, como son la velocidad máxima, la distancia mínima y el número máximo de buques que pueden interactuar con un animal.
También se ofrece a los operadores de las embarcaciones directrices específicas para cada especie y ejemplos de señales de estrés en la fauna marina: manatíes, focas, leones marinos, morsas, tiburones, rayas, aves marinas y tortugas marinas. Estas medidas específicas pueden ayudar a reducir la perturbación a las especies en los momentos más delicados, como durante el proceso de anidación y reproducción.
Las ballenas, delfines y marsopas son motivo de especial preocupación en lo que respecta a la observación de fauna desde embarcaciones no gestionada, y se tratarán por separado en un Manual de Observación de Ballenas en línea que está siendo desarrollado conjuntamente por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y la CMS.