Esta fantasmagórica imagen, tomada por el telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA, parece niebla iluminada por una farola alrededor de un agujero de forma extraña… Y en cierta medida es cierto. Aunque la ʻnieblaʼ no es más que polvo y gas iluminados por una estrella, el ʻagujeroʼ realmente es una sección vacía del firmamento.
La primera vez que se captó una imagen de esta mancha oscura se asumió que sería una nube de polvo y gas muy fría y densa, tan compacta que sería totalmente opaca en luz visible y que bloquearía toda la luz por detrás de ella. En general, se sabe que estos glóbulos son pequeñas ‘crisálidas’ de estrellas en formación, pero gracias al observatorio espacial Herschel de la ESA, que habría sido capaz de ver cualquier signo de formación estelar a longitudes de onda de infrarrojos pero aquí no detectó ninguno, y a observaciones desde la Tierra, resultó que realmente se trataba de una sección vacía del firmamento.
Los astrónomos creen que se formó cuando las emisiones de gas procedentes de algunas estrellas jóvenes en la región atravesaron la cortina de polvo y gas que forma la nebulosa circundante. La potente radiación de una estrella madura cercana también podría haber ayudado a que esa sección quedase vacía.
La estrella brillante que se ve en la imagen es V380 Orionis, una joven estrella con una masa 3,5 veces mayor que la de nuestro Sol. Parece blanca debido a la alta temperatura de su superficie, de unos 10.000 ºC, casi el doble que la del Sol. La estrella es tan joven que aún está rodeada por una nube de material procedente de su formación. Este material brillante solo se ve debido a la luz de la estrella, dado que no emite ningún tipo de luz visible por sí mismo. Esto indica que se trata de una ‘nebulosa de reflexión’, en este caso concreto, la nebulosa conocida como NGC 1999.
Esta imagen fue publicada por primera vez en el sitio de Hubble en marzo de 2000. El descubrimiento por parte de Herschel tuvo lugar en 2010.
(Fuente: ESA)