Los europeos llegados al llamado Nuevo Mundo a partir del siglo XV introdujeron enfermedades infecciosas con brotes sucesivos en muchas regiones de América, que continuaron hasta bien entrado el siglo XIX. Estas epidemias causaron una alta mortalidad y contribuyeron al colapso demográfico de muchas poblaciones indígenas.
La viruela, el sarampión, las paperas y la gripe son algunas de las enfermedades que se contagiaron tras la llegada de los europeos. Sin embargo, se desconocen aún las patologías responsables de muchas epidemias del continente americano en el período de contacto temprano, que han sido objeto de debate científico durante más de un siglo.
Un equipo de investigadores ha logrado recuperar los genomas de Salmonella enterica en los dientes de diez indígenas enterrados en un cementerio tras sufrir una epidemia en el siglo XVI en México. Según el estudio, que se publica ahora en la revista Nature Ecology & Evolution, se trata de la primera evidencia de la aparición de la salmonela en América. Esta epidemia pudo haber sido introducida por los europeos y tuvo un efecto devastador.
“Nuestro estudio representa un primer paso hacia una comprensión molecular del intercambio de enfermedades en la era de contacto en México. La epidemia ocurrida en 1545 en Teposcolula-Yucundaa es considerada como una de las más devastadoras en la historia del Nuevo Mundo”, recalcan los autores, liderados por el Max Planck Institute for the Science of Human History (Alemania).
La identificación de patógenos causantes de enfermedades infecciosas a partir de restos humanos arqueológicos es difícil porque la mayoría no deja huellas esqueléticas. El equipo, dirigido por Åshild Vågene, utilizó una nueva técnica de detección llamada Megan Alignment Tool (MALT) para identificar las secuencias de ADN de salmonela en los dientes de las víctimas.
Has ahora, la documentación histórica había permitido detectar los síntomas de la epidemia conocida como cocoliztli (“pestilencia” en el idioma náhuatl) y que había permitido argumentar que el brote se debía a alguna forma de fiebre tifoidea o entérica. La nueva identificación de S. enterica, la bacteria que causa la fiebre tifoidea, indica que esta fue la culpable.
Antes de la conquista de los europeos, las poblaciones indígenas no habían estado expuestas a este patógeno, que sí estuvo presente en Europa durante la Edad media. Por lo tanto, los habitantes de México fueron muy vulnerables a la infección tras la llegada europea, lo que podría explicar las altas tasas de mortalidad de cocoliztli.
Este patrón se refleja en el intercambio de múltiples enfermedades (como la viruela, la gripe y el sarampión) entre estadounidenses y europeos en los siglos posteriores al primer contacto. Al igual que la fiebre tifoidea, muchas de estas enfermedades no dejan rastros de esqueleto, pero los científicos esperan que la nueva técnica MALT pueda ayudar en el futuro a identificar los virus de ADN y los patógenos bacterianos que causaron algunas de ellas. (Fuente: SINC)