Antes de que una misión de la ESA llegue a la plataforma de lanzamiento, tiene que pasar por varios procedimientos de aprobación que aseguran que la misión está lista. El futuro observatorio espacial de ondas gravitacionales, la Antena Espacial de Interferometría Láser (LISA, en sus siglas en inglés), ha pasado recientemente el examen sobre la definición de misión (misión definition review, MDR) con todos los honores.
El objetivo del MDR es revisar y confirmar que
• El diseño actual de la misión LISA es factible y adecuado,
• los requerimientos de la misión cumplen los requerimientos científicos de LISA,
• los requerimientos han alcanzado un estado de madurez y son adecuados para la fase actual,
• los desarrollos tecnológicos son adecuados para la fase actual, y
• las interfaces entre las naves espaciales, carga útil, el segmento terrestre y el lanzador están bien definidas.
“Estoy muy satisfecho de que LISA haya pasado la evaluación tan bien. Ahora pasaremos a la siguiente fase. 2018 se llenará con nuevos exámenes, investigaciones y desarrollos tecnológicos. Es genial ver que LISA avanza tanto”, dice el Prof. Dr. Karsten Danzmann, director del Instituto Max Planck de Física Gravitacional (Instituto Albert Einstein), director del Instituto de Física Gravitacional de la Universidad Leibniz de Hannover y líder del Consorcio de LISA.
El lanzamiento de LISA al espacio está programada para el 2034 como misión de la Agencia Espacial Europea (ESA). Muchos estados miembros de la ESA dan su apoyo a LISA, así como también la NASA y muchos científicos que trabajan juntos a los dos lados del Atlántico.
LISA consistirá en tres satélites que forman un triángulo equilátero con un lado de 2,5 millones de kilómetros de longitud aproximadamente. Las ondas gravitacionales que pasan por la constelación cambian estas distancias en una fracción del diámetro de un átomo. Las tecnologías clave de LISA se demostraron con éxito con la misión LISA Pathfinder de la ESA, que estuvo funcionando desde finales de 2015 hasta mediados de 2017.
LISA detectará ondas gravitacionales de baja frecuencia con períodos de oscilación que varían entre 10 segundos y más de medio día, y que no se pueden detectar con detectores en la tierra. Estas ondas son emitidas por eventos como la fusión en los centros de galaxias de agujeros negros supermasivos con millones de veces la masa de nuestro Sol, los movimientos orbitales de decenas de miles de estrellas binarias en nuestra galaxia, y posiblemente por fuentes exóticas como por ejemplo las cuerdas cósmicas.
El Grupo de Astronomía Gravitacional – LISA del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE, CSIC) y del Institut d’Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) ha liderado la contribución española a la misión precursora LISA Pathfinder, el subsistema de Datos y Diagnósticos (DDS), y actualmente lidera los desarrollos hacia la misión LISA. Miquel Nofrarias, miembro del grupo y del Grupo del Instrumento de LISA, dice: “Hace seis meses finalizamos la misión precursora LISA Pathfinder con la que hemos puesto a prueba la tecnología de detección de ondas gravitacionales en el espacio. Los resultados nos permiten consolidar el diseño del futuro observatorio LISA y acelerar su desarrollo “. Carlos F. Sopuerta, también miembro del grupo y del Comité Ejecutivo del Consorcio de LISA dice: “LISA está avanzando muy bien y todo indica que cumplirá con las grandes expectativas que tenemos”. (Fuente: IEEC)