El ciclo de actividad del Sol, durante el cual aumenta y disminuye el número de manchas solares, lleva unos 250 años observándose regularmente, pero los telescopios espaciales nos han permitido contar con una perspectiva totalmente nueva de nuestra estrella.
El 22 de diciembre de 2017, el Observatorio Heliosférico y Solar (SOHO) cumplió 22 años en el espacio. Esta cifra no es baladí, ya que es lo que suele durar un ciclo magnético solar completo. Se sabe que los ciclos de manchas solares se prolongan durante unos 11 años, pero el ciclo completo dura el doble debido al comportamiento de los campos magnéticos. Durante este ciclo, la polaridad del sol va cambiando paulatinamente, por lo que al cabo de los 11 años la orientación del campo se habrá invertido entre los hemisferios norte y sur. Y así, al finalizar un ciclo de 22 años, la orientación del campo magnético será la misma que al comienzo.
Cada una de las instantáneas del Sol aquí mostradas fue tomada en primavera por el Telescopio de Imágenes del Ultravioleta Extremo de SOHO. Al observar el ultravioleta se ve la corona del Sol, la tórrida atmósfera de hasta dos millones de grados que se extiende millones de kilómetros hacia el espacio.
Cuando el Sol se encuentra en el momento de mayor actividad, aparecen fuertes campos magnéticos en forma de manchas brillantes en las imágenes ultravioletas de la corona. La actividad también se aprecia en la fotosfera, que es la superficie que se percibe en luz visible.
Cuando el Sol está activo aparecen las manchas. Las concentraciones de campos magnéticos reducen la temperatura superficial en determinadas áreas, y esta menor temperatura hace que dichas áreas aparezcan negras en las imágenes de luz visible. El último ciclo de 11 años comenzó en 1996 y el actual ciclo lo hizo en 2008, cuyo máximo solar se alcanzó en 2014.
Al observar el Sol durante casi un ciclo completo de 22 años, SOHO ha proporcionado una enorme cantidad de datos sobre la variabilidad solar, y esto ha sido fundamental para vigilar la interacción de la actividad solar y la Tierra, así como para mejorar nuestra capacidad de previsión de la meteorología espacial.
SOHO ha realizado numerosos descubrimientos clave con su conjunto de instrumentos, como revelar la existencia de sismos solares, detectar ondas a través de la corona e identificar la fuente del viento solar ‘rápido’. (Fuente: ESA)