La India lanzó el 29 de marzo un satélite de comunicaciones a bordo de una nueva versión de su cohete GSLV Mk. II, dotado de un motor más potente en su etapa superior. La misión, que se inició a las 11:26 UTC desde el centro de Satish Dhawan, se desarrolló conforme a lo previsto, colocándose a la carga útil en la órbita de transferencia geoestacionaria programada. Sin embargo, después de dos maniobras de incremento de altitud, los controladores han perdido el contacto con el satélite.
El llamado GSAT-6A ha sido construido por la agencia ISRO y debía ser gestionado por la compañía Insat. Transporta 5 repetidores en banda S y otros tantos en banda C. Basado en una plataforma I-2000, pesa unos 2.117 kg y debía tener una vida útil de al menos 10 años. Sus objetivos eran ofrecer servicios de comunicaciones móviles y multimedia, sobre todo para usuarios militares, desde la posición geoestacionaria 83 grados Este.
Tras efectuar la segunda de tres maniobras de elevación de órbita previstas, los controladores perdieron el contacto con el satélite. Los ingenieros aún tienen esperanzas de recuperarlo y de evaluar la situación.