En los últimos años diversos estudios han puesto el foco sobre la relación que existe entre la alteración de la función intestinal con la obesidad y otros desórdenes metabólicos asociados. Un equipo de investigadoras del grupo de investigación Mobiofood, del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la Universitat Rovira i Virgili (Catalunya, España), ha ido más allá y ha estudiado qué efecto tienen unos flavonoides llamados proantocianidinas, que se extraen del hueso de la uva, y ha llegado a la conclusión de que administrados en diferentes dosis pueden proteger de las alteraciones de la función intestinal asociadas a la obesidad. Previamente estas investigadoras ya habían demostrado, en estudios con ratas, que la llamada “dieta de cafetería” provoca inflamación intestinal, estrés oxidativo y alteraciones de la barrera del intestino. Esta dieta está integrada por alimentos procesados ricos en ácidos grasos saturados, colesterol y azúcares refinados.
Las investigadoras alimentaron a cinco grupos de ratas: uno recibía una dieta estándar y los otros cuatro se alimentaron con dieta de cafetería durante quince semanas. Al finalizar este periodo los animales alimentados con dieta de cafetería ya eran obesos y tres de los cuatro grupos recibieron una suplementación con dosis diarias de proantocianidinas de hueso de uva durante tres semanas más. Cuando finalizó esta etapa, se analizó la función intestinal en todos los animales, con especial atención al estrés oxidativo, la inflamación y la función de la barrera intestinal.
Los resultados demostraron que el extracto de hueso de uva tiene un efecto antioxidante y antiinflamatorio a la hora de mejorar y corregir las alteraciones intestinales de los animales que habían recibido una dieta alta en grasas y en azúcares refinados, ya que hacía reducir la estrés oxidativo intestinal de la inflamación intestinal y podría tener también un efecto protector frente al deterioro de la función de la barrera intestinal.
Estos resultados abren nuevas estrategias nutricionales para tratar de forma preventiva uno de los primeros problemas que aparecen en el curso de la obesidad, y aportan nuevas informaciones sobre los efectos beneficiosos en cuestiones intestinales. Hasta ahora se había trabajado muy intensamente en el tejido adiposo o en todo el organismo sin fijarse en el intestino, que muy probablemente es uno de los primeros puntos afectados por dietas poco saludables. (Fuente: URV)