Si piensas en un ejemplo de mensaje lanzado en una botella, seguramente lo primero que recordarás es una película. Pero esta es una historia real.
Un mensaje en una botella fue hallado en el oeste de Australia 132 años después de su lanzamiento, resultando uno de los más viejos que se han recuperado en la historia. Esto es lo que decía.
En la era de internet, un mensaje en una botella puede parecer obsoleto y hasta exótico, pero así ocurrió con esta botella encontrada por una familia australiana, cuyo hallazgo se une a los mensajes más antiguos del mundo.
El descubrimiento fue hecho por una mujer, Tonya Illman, a principios de este año cuando paseaba por las dunas de Wedge Island, Australia. “Se veía como una bonita botella antigua, así que la levanté pensando en que se vería bien en mi estantería”, dijo Illman.
“La novia de mi hijo descubrió la nota cuando se puso a limpiarla de arena. Estaba mojada, bien enrollada y atada con una cuerda”, añadió. “La llevamos a casa y la secamos. Cuando la abrimos vimos que estaba impresa y en alemán, con una parte a mano que casi no se veía”.
La fecha escrita en el mensaje era el 12 de junio de 1886.
Experimento alemán en botella de ginebra holandesa
Entre 1864 y 1933, miles de botellas fueron arrojadas por la borda de barcos alemanes, cada una contenía una forma en la que el capitán escribiría la fecha, las coordenadas del barco y los detalles sobre su ruta.
Fue parte de un experimento del Observatorio Naval Alemán para comprender mejor las corrientes oceánicas globales.
En la parte posterior, los mensajes le pedían al buscador que escribiera cuándo y dónde se había encontrado la botella y la devolviera, ya sea al Observatorio Naval Alemán en Hamburgo o al Consulado alemán más cercano.
En esta oportunidad, los Illman llevaron su hallazgo al Western Australian Museum, donde el conservador asistente de arqueología marítima Ross Anderson realizó una serie de investigaciones.
El estudio de la botella determinó que era una botella de ginebra holandesa de mediados a fines del siglo XIX, y el formulario en el interior estaba escrito en un papel del siglo XIX de bajo precio.
Pero se necesitaba hacer más para reforzar la autenticidad de la botella, así que el organismo investigador se puso en contacto con colegas de los Países Bajos y Alemania en busca de ayuda. Tal vez en un tiempo sepamos más sobre este hallazgo curioso.