Los tinnitus o acúfenos son un fenómeno que se caracteriza porque el paciente percibe un sonido, generalmente en forma de pitido, sin que proceda del exterior, ya que se genera en el propio oído o en el nervio auditivo. Aunque no tiene cura, se puede controlar para llevar una vida relativamente normal, pero las pruebas de diagnóstico y seguimiento en consulta son complejas. Por eso, el grupo de investigación BISITE de la Universidad de Salamanca (España) ha desarrollado un dispositivo sencillo para que el propio paciente pueda autoevaluarse en casa y los médicos tengan más datos acerca de su estado.
“Las pruebas habituales para detectar tinnitus las realiza un otorrinolaringólogo con la ayuda de aparatos y pruebas muy complejos”, explica el investigador Fernando de la Prieta, que dirige este proyecto. “Nosotros hemos conseguido desarrollar el mismo tipo de pruebas pero de forma que el paciente las pueda llevar a cabo por sí mismo, en su propia casa. De esta manera, el facultativo puede tener más información del día a día”, explica Fernando de la Prieta, investigador de BISITE.
Este sistema puede realizar una gran contribución a la sanidad, porque resulta mucho más barato que las pruebas que se llevan a cabo en la consulta del especialista y porque facilita el seguimiento de pacientes que, junto a este problema, suelen padecer ansiedad, estrés y depresión al no poder disfrutar de una vida normal en su día a día.
En esencia, consta de una aplicación móvil que incluye diferentes pruebas para medir el tinnitus y que se conecta con un dispositivo desarrollado por los propios investigadores. “Generamos varios tipos de pitidos, con diferentes frecuencias y volúmenes, que van a dos auriculares. Uno de ellos es normal, de los que nos ponemos para escuchar música. Otro va directamente al hueso, es un transductor óseo que permite detectar si el problema viene del oído externo o del nervio auditivo”, comenta Fernando de la Prieta.
El propio paciente maneja el dispositivo y puede realizar una audiometría para evaluar el funcionamiento del sistema auditivo o una acufenometría, para estimar la importancia del tinnitus que padece.
El proyecto, que surgió de una colaboración con la Universidad de L’Aquila, en Italia, ha salido adelante gracias a la convocatoria Prueba de Concepto de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, dentro del programa TCUE de la Junta de Castilla y León, cofinanciado con fondos FEDER. En próximas fases, se unirá a la investigación el centro de salud de La Alamedilla de la capital salmantina, ya que el objetivo es realizar pruebas reales con pacientes, tanto españoles como italianos.
“La mayor ventaja que tiene nuestro dispositivo es que los propios pacientes pueden medir su nivel de tinnitus con el móvil en diferentes situaciones de su día a día a través de un dispositivo que es muy barato y que equipara esas medidas a las que podría realizar un médico en su clínica con material de alta tecnología”, asegura el investigador.
En cuanto al hardware, la primera versión del prototipo incluye una placa modular, pero “ya estamos trabajando en una nueva versión con una placa integrada que seguirá siendo asequible, ya que puede tener un precio de unos 40 o 50 euros”, señala Pablo Chamoso, otro de los miembros de BISITE implicados en el proyecto.
Todo el procesamiento e incluso la alimentación del dispositivo se realizan desde el móvil del paciente, ya que se conecta a través de un cable USB. Es decir, que no necesita baterías ni ningún otro tipo de conexión. Esto es una gran ventaja, porque no sólo ha abaratado los costes, sino que toda la información está en la app.
“Es muy fácil de utilizar, con dos o tres botones se pueden realizar la audiometría y la acufenometría”, destaca. No obstante, el paciente tendría que pasar por una breve fase de formación con su médico, apenas unos minutos para entender el funcionamiento de la aplicación y poder hacer las pruebas en casa.
“BISITE es un grupo de investigación que se caracteriza por desarrollar tanto investigación teórica como aplicada y, en ese aspecto queremos transferir a la sociedad todo aquello que hacemos”, afirma Juan Manuel Corchado, líder del equipo.
Hace unos años empezamos a trabajar con un grupo de investigación de la Universidad de L’Aquila en un proyecto educativo en el que se ha desarrollado tecnología que puede ser muy útil para personas que tienen problemas de audición.
En este caso, tras realizar un amplio trabajo teórico previo que ha sido publicado en revistas de inteligencia artificial, “hemos conseguido desarrollar un producto que está en una fase de prototipo pero que es fácilmente industrializable”, destaca. La capacidad de trasladar al hardware los algoritmos informáticos es clave en este tipo de proyectos.
“Cumplimos con nuestra obligación, que es llevar a la sociedad todo aquello que podamos para mejorar la calidad de vida de enfermos como los que se van a beneficiar de esta tecnología”, asegura Corchado. (Fuente: FGUSAL/DICYT)