El 6 de agosto de 2014, después de una década viajando por el espacio interplanetario, la sonda Rosetta de la ESA llegó a su destino: el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (67P/C-G). Unos meses después, la misión hizo aterrizar el módulo Philae en la superficie del cometa, toda una primicia histórica, mientras que la sonda continuó estudiando exhaustivamente 67P/C-G hasta su final el 30 de septiembre de 2016.
A lo largo de la misión, Rosetta cartografió la superficie del cometa, que se ha dividido en 26 regiones geológicas bautizadas en honor de antiguas deidades egipcias. El conjunto del cometa se asemejaría a un pato, con una pequeña “cabeza” unida a un “cuerpo” mayor.
Esta imagen muestra una sección de 67P/C-G capturada por OSIRIS, la cámara de alta resolución de Rosetta, el 10 de febrero 2016. Stuart Atkinson, astrónomo aficionado británico, eligió esta vista en el archivo de imágenes y decidió procesarla. Se trata de un fragmento de una imagen más grande que muestra una vista más amplia de la región de Bes, situada en el cuerpo del cometa (Bes es la deidad protectora de los hogares, los niños y las madres). Muestra con todo detalle la superficie irregular y no iluminada del cometa, donde casi en el centro llama la atención una formación vertical rodeada de varias depresiones, afloramientos rocosos y restos más pequeños. (Fuente: ESA)