Por suerte, en España las fuerzas y cuerpos de seguridad no solo están integrando drones en sus labores de control e investigación, sino también inhibidores que identifican cuántas de estas aeronaves se encuentran en un radio fijado y que pueden desactivarlos de manera selectiva, subraya.
Drones con multitud de aplicaciones
Los drones cuentan con multitud de aplicaciones novedosas como el control de incendios, rescates, control de tráfico, agricultura de precisión o seguridad industrial, pero este mismo tipo de dispositivos puede ser modificado con fines bélicos, algo que ya sucede en conflictos como el de el de Siria y el palestinoisraelí.
Solamente hace falta incorporar a la aeronave la tecnología adecuada para el fin que se le quiere dar, constata el experto.
“No ha habido una tecnología -subraya-, a parte de los teléfonos inteligentes que hayan experimentado un desarrollo similar en los últimos años”.
A juicio de Quintanilla, en España, el real decreto sobre uso de drones aprobado en 2017 ha posicionado al sector en un “momento pujante”: antes solo se podía volar de día y en el campo, ahora pueden sobrevolar entornos urbanos con personas, siempre que no sobrepasen los 120 metros de altura ni un peso superior a 10 kilogramos, y tenga autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
En un futuro cercano, los drones probablemente estarán completamente integrados en el espacio urbano y contarán con un sistema de identificación que incluirá la geoposición.
Fuente: EFE