Las pruebas se realizaron desde la Estación Espacial Internacional (ISS) a una altitud de cerca de 248 millas, desde donde el robot Justin, que se encontraba en el Centro Espacial Alemán (DLR), fue dirigido con éxito.
El objetivo era probar a este robot en diferentes escenarios y a una distancia considerable, con la finalidad de que en un futuro este tipo de máquinas sean útiles para el mantenimiento y reparación de paneles solares instalados en Marte.
La primera operación se llevó más tiempo de lo esperado, esto por algunos ajustes que se hicieron a la tableta de Gerts, respecto a la posición real de Justin en la Tierra.
Y es que se pretende que las máquinas aligeren tareas de los astronautas, pero como antes se mencionó, la prioridad es que los robots puedan otorgar asistencia médica en largas misiones a Marte, dado que los androides podrían ser teledirigidos por médicos desde la Tierra.
En la actualidad, en la Tierra, ya se utilizan algunos robots dirigidos a distancia. Son empleados para asistir a personas mayores y enfermos.
Además de servir para algunas catástrofes, las máquinas pueden realizar tareas que resultan sumamente peligrosas para el humano.
Fuente: elnuevodia.com