La exposición prenatal a la malaria altera considerablemente la respuesta inmunitaria innata (la primera línea de defensa), especialmente cuando ha habido infección placentaria. Así concluye un estudio liderado por ISGlobal (Catalunya, España) –centro impulsado por la Fundación Bancaria “la Caixa”–, la Unidad de Investigación Clínica de Nanoro (CRUN) y el Instituto de Medicina Tropical de Amberes (ITM). Estos resultados, publicados en BMC Medicine, podrían contribuir a explicar por qué algunos bebés son más susceptibles que otros a desarrollar la malaria durante el primer año de vida.
A pesar de la implementación a gran escala del tratamiento preventivo intermitente (IPTp) para evitar la malaria durante el embarazo, un gran número de bebés en países endémicos nacen de madres infectadas por Plasmodium falciparum. El tipo de exposición prenatal a la malaria (si la infección es sistémica o en la placenta) parece afectar el riesgo a contraer la enfermedad en los primeros años de vida, aunque no se sabe bien cómo o por qué.
En este estudio, el equipo investigador evaluó si la exposición prenatal a la malaria podía alterar la respuesta inmunitaria llamada innata, que no involucra anticuerpos y que constituye la primera línea de defensa del recién nacido contra la malaria. Para ello, determinaron el tipo de exposición prenatal (es decir, infección sistémica versus infección placentaria aguda, crónica o pasada) en una cohorte de más de 300 madres y sus bebés, en el marco de un ensayo clínico en Burkina Faso.
Usando sangre de cordón umbilical, midieron la capacidad de producir citocinas y quimiocinas (mediadores del sistema inmunitario) tras incubación con una serie de moléculas comunes a muchos patógenos y reconocidas por células del sistema innato.
Los expertos encontraron que las células de cordón de bebés expuestos a la malaria producían menos mediadores de manera espontánea que las de bebés no expuestos. Sin embargo, las células de bebés expuestos a infección placentaria producían más citocinas y quimocinas cuando estimuladas. Ciertos biomarcadores se asociaron con protección mientras que otros se asociaron con riesgo de malaria durante el primer año de vida, según el tipo de exposición prenatal.
“El diferente efecto sobre la respuesta inmunitaria del neonato según el tipo de exposición podría explicar por qué algunos bebés son más susceptibles que otros a desarrollar malaria,” explica Carlota Dobaño, investigadora de ISGlobal y codirectora del estudio junto con Anna Rosanas-Urgell, del ITM. “Esto también tiene implicaciones para la respuesta a otras infecciones y a vacunas a base de adyuvantes en estos bebés”, añade.
Visto que las infecciones placentarias pasadas, que probablemente ocurren en la etapa temprana del embarazo, tienen un efecto considerable sobre la respuesta inmunitaria del recién nacido, los autores concluyen que “es necesario establecer una estrategia para diagnosticar y tratar la malaria lo antes posible en el primer trimestre del embarazo”. (Fuente: ISGlobal)