Papel, corcho...
Otro material que da mucho juego es el papel. Se pueden crear diferentes formas, como estrellas, casitas, bolas y también se pueden mostrar diferentes colores. Pero recuerda que es preferible que el papel (o el cartón) sea reutilizado. Por ejemplo, el papel de los regalos se puede guardar para crear adornos para el árbol.
Se pueden reutilizar objetos como chapas, que se pueden pintar de colores o con motivos decorativos. Si se unen tres, se simula un muñeco de nieve. Otro material que sobra en las fiestas son los corchos del vino y del cava. Se pueden reunir varios para crear divertidas figuras de animales o un árbol. Además, como es un material que pesa poco, se pueden colgar.
Otras opciones con el corcho
Otra posibilidad es colocar las piñas al revés, pintarlas y colocar minúsculos adornos, de modo que conseguimos un miniárbol de Navidad que se puede colocar en cualquier lugar, en la mesa de la oficina, por ejemplo. No es necesario un enorme árbol para recordarnos que es Navidad.
En general, la idea es usar cualquier objeto o material que pueda servir como decoración, sin necesidad de comprarlo y, si es posible, que, al acabar las fiestas, no sea necesario tirarlo a la basura. Con esta premisa, lo único que hay que hacer es echarle imaginación.
Por ejemplo para los que quieren ocupar el tiempo y quitarse el estrés además de llevar una vida más ecológica pueden optar por hacer bolas para el árbol de ganchillo. Se pueden usar varios colores y tener un árbol de Navidad colorido.
Árboles con revistas
Pongámonos manos a la obra. Para hacer un árbol de navidad con hojas de revistas que tenga justo el tamaño de las mismas hojas necesitaremos tijeras, pegamento de barra y, obviamente, una revista. A continuación, separamos las hojas y las doblamos uniendo esquina con esquina, de forma que nos quede un triángulo.
Una vez las tengamos todas debemos unirlas por un lado para que puedan mantenerse de pie. Cuantas más hojas usemos más tupido será el árbol. Por último, si colocamos la parte puntiaguda hacia arriba y aprovechamos la ancha como base, veremos que su forma es de auténtico árbol de Navidad. Y, por supuesto, ahora el árbol está pidiendo decoraciones, cuanto más originales mejor…
Decorarlo será todo un reto a la imaginación: podemos aprovechar retales que tengamos por caso u otros materiales reciclados o simplemente reutilizar los adornos convencionales de otros años desarmándolos en caso de que sean demasiado grandes en proporción o, por ejemplo, usando alguno de ellos para decorar la parte superior.
Otra opción, también muy sencilla requiere materiales similares, pero en este caso también quedaría perfecto el papel de regalo y será mejor la cola blanca. Por último, habremos de conseguir un trozo de cartón o cartulina, que convertiremos en un cono levemente más estrecho en la parte superior.
A partir de aquí, necesitaremos un poquito de paciencia: recortaremos el papel elegido en forma de pétalos o triángulos e iremos pegándolos sobre el cono, a modo de hojas, por lo que quedarán genial cuanto más poblado resulte. En esta ocasión decorarlo es una opción, pero siempre cuidando que las hojas queden sueltas y esponjosas.