Los pies tienen muchas terminaciones nerviosas y al andar descalzos estimulamos nuestros puntos de energía. Si lo hacemos sobre superficies naturales, como la hierba o la arena, mejoraremos la circulación.
#1 Disminuye dolores y molestias
Durante el día, nuestros pies están sometidos a los molestos zapatos, darle un respiro reducirá los dolores y malestares.
#2 Relaja los músculos y tendones
Con los pies descalzos, podrás recuperar que tus pies tanto anhelan, porque podrán moverse de manera natural. Esto relajará los tendones y músculos.
#3 Mejora tu calidad de sueño
Quitarse los zapatos genera una sensación de alivio, si empiezas a caminar descalzo, te sentirás más relajado, por lo que conciliarás más rápido el sueño.
#4 Ayuda a mejorar tu circulación
Está demostrado que caminar descalzo ayuda de muchas formas a mejorar la circulación. Hacer que la sangre fluya en las extremidades, contribuye que los tejidos y nervios se mantengan nutridos.
#5 Reduce el estrés
Quitarse los zapatos, tocar el piso frío, da una sensación de libertad indescriptible. Este simple acto puede ser el más beneficioso para tu salud mental, porque el aire ayuda a liberar estrés.
¿Cuánto tiempo?
Lo ideal es caminar descalzos una hora por día, si es en un entorno natural, mucho mejor. Si se vive en la ciudad, al menos hacerlo en casa.
Si hace frío, unos calcetines pueden ayudar, aunque es más recomendable andar sin nada que nos pueda presionar o no permitir que los dedos o tobillos se muevan libremente. Al menos pisar una alfombra puede ayudar.
Otros beneficios de caminar descalzo
-
Permite corregir los desequilibrios en los movimientos y fortalece músculos y huesos de los pies y los tobillos, logrando una mayor integración del organismo.
-
Da fuerza en los músculos de las caderas y las piernas, mejorando el equilibrio y la forma de andar, más ágilmente.
-
Ejerce una menor torsión articular al correr, por lo cual ayuda a los deportistas en sus performances. Además, las fuerzas de rotación de las tres articulaciones incluidas en el mecanismo de correr son menores, evitando lesiones y tensiones en la rótula de la rodilla. Y también aumenta la fuerza de rotación interna en esta zona, mejorando el compartimento tibio-femoral.
-
Hace que tengamos una pisada diferente, más amortiguada que cuando usamos calzado, por ende nos cansamos menos y evitamos sobrecargas en algunos músculos. El pie se apoya en el talón en lugar de en la punta de los dedos. El impacto del peso del cuerpo está más repartido y se evitan lesiones. Esto es muy bueno para las mujeres que usan tacones muy altos, por ejemplo.