Una vacuna utilizada para evitar que los perros contraigan la letal enfermedad parasitaria de la leishmaniasis canina también se puede usar para tratar a los perros actualmente infectados, según encontraron investigadores de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) financiados por la Morris Animal Foundation. El hallazgo brinda una nueva vía de tratamiento para millones de perros infectados en todo el mundo.
El estudio, publicado recientemente en la revista ‘Vaccine’, supone el primer ensayo clínico de la vacuna LeishTec en perros infectados. La vacuna está disponible comercialmente en Brasil y con frecuencia es prescrita por veterinarios allí, aunque nunca se había probado para ver si no solo era segura, sino que también podía combatir la enfermedad en perros ya infectados.
“Demasiados perros mueren cada año debido a esta terrible enfermedad”, señala Christine Petersen, de la Universidad de Iowa. “Por lo general, las vacunas previenen las infecciones, pero algunas, como la vacuna profiláctica posterior a la exposición contra la rabia, pueden usarse después de la infección. Hemos comprobado que este también fue el caso de LeishTec”.
El equipo probó la vacuna en más de 400 perros de ocho países, casi todos foxhounds, ya que es una de las razas con mayor probabilidad de transmitir la enfermedad en América del Norte. Los investigadores dividieron a los perros en grupos de control y experimentales, vacunaron a los grupos experimentales tres veces en seis semanas y luego examinaron a los perros cada tres meses durante el siguiente año para determinar la efectividad de la vacuna. Descubrieron que no solo era seguro administrar la vacuna a perros ya infectados, sino que también minimizaba la enfermedad en el grupo experimental.
La leishmaniasis canina es causada por el parásito ‘Leishmania infantum’ y generalmente se transmite por picaduras de la mosca de la arena en países tropicales. También se puede propagar de las madres a sus crías. Los síntomas pueden ir desde llagas en la piel y pérdida de peso hasta ceguera e insuficiencia renal. El tratamiento está disponible, pero la mayoría de los perros mueren de la enfermedad a pesar de la terapia.
La enfermedad está muy extendida en Brasil, donde millones de perros infectados son sacrificados cada año. “Este es un estudio importante que marcará una gran diferencia en la salud canina a nivel mundial”, señala Kelly Diehl, de la Morris Animal Foundation. “Ahora tenemos una nueva herramienta para controlar esta enfermedad y poder dar a muchos perros una vida más larga y saludable”, añade. (Fuente: DICYT)