Las tecnologías para explorar otros planetas comienzan por probarse en la Tierra. Mientras los robots se adentran en terreno desconocido, los astronautas analizan rocas y envían descripciones geológicas detalladas al control de la misión. La inteligencia artificial mejora cada vez más gracias a la interacción humana, y la Luna está en la mente de todos.
Todo esto es parte de Pangaea-X, la continuación del curso de formación geológica de la ESA Pangaea, que pone a prueba los avances tecnológicas en situaciones que imitan las operaciones humanas y robóticas fuera de nuestro planeta.
Ante nosotros, una intensa semana de pruebas. Hasta el 23 de noviembre, ocho experimentos simularán distintas situaciones y anomalías en los paisajes casi marcianos de Lanzarote.
Los cráteres, grutas y mares de lava de esta isla volcánica constituyen el entorno perfecto para recrear expediciones a la Luna y Marte. Las rocas y minerales del manto terrestre se han mantenido prácticamente intactos, por los que los paseantes espaciales pueden practicar métodos de recogida de muestras nuevos o ya probados.
“Nuestro objetivo es testar herramientas y procedimientos en un entorno real, con los instrumentos y las limitaciones comunicativas que tendríamos en una misión —explica Loredana Bessone, directora del proyecto por parte de la ESA—. La integración de ciencia y operaciones es crucial. Estamos aquí para mejorar la eficiencia de las futuras expediciones a la Luna”.
Los astronautas entrenados compartirán las tareas de exploración con robots y herramientas analíticas. La comunicación es clave para el éxito de las misiones, especialmente cuando los enlaces son de baja calidad y se producen retardos en el espacio.
Desde Lanzarote, Matthias manejará un róver situado en el centro tecnológico de la ESA en los Países Bajos. Se trata de un precursor del experimento Analog-1, que el astronauta de la ESA Luca Parmitano llevará a cabo el año que viene desde la Estación Espacial Internacional.
Un equipo de científicos asesorará a Matthias con relación a las muestras más interesantes desde el punto de vista científico. Para ello utilizarán una innovadora herramienta que integra posicionamiento en tiempo real, transmisión de datos, chat de voz y mucho más. Esta libreta de campo electrónica es un dispositivo integral, sencillo y de tipo plug-and-play fabricado por la ESA.
Pangaea-X está fuertemente orientada a las próximas misiones lunares. Como apunta Francesco Sauro, director científico de la campaña de pruebas: “Desde los modelos 3D hasta el análisis geológico sobre el terreno y las teleoperaciones robóticas, esta es la forma más realista de prepararnos para volver a la Luna”.
El entrenamiento para caminar por la Luna incluye nuevas herramientas de muestreo y réplicas actualizadas de los sistemas de la NASA empleados durante las misiones Apollo. Los expertos de la ESA trabajarán individualmente o en parejas, teniendo en cuenta las limitaciones de movilidad de los trajes espaciales y los cortes de comunicación.
Los resultados se sumarán a la contribución de la ESA al portal espacial, campo de pruebas para los desafíos de las misiones tripuladas de larga duración. Al igual que en los ensayos de Pangaea-X, los astronautas en la cercanía de la Luna llevarán a cabo experimentos de forma remota, recogerán muestras y testarán nuevas tecnologías en la superficie lunar. (Fuente: ESA)