tienen unas características propias, que hacen que su cuidado e higiene sean diferentes a los de otras partes del cuerpo.
Estas son 6 de las más comunes y jamás deberías intentarlas.
Baños de vapor vaginales
El cuerpo humano, en especial las zonas íntimas no necesitan de vapor, como si fueran una prenda de vestir. En teoría, estos baños de vapor limpian el útero, desintoxican la vagina y alivian los cólicos. En realidad, solo causan irritación.
Crema descongestiva
Según algunos portales web, usar pomadas mentoladas para resfriados mantendrá la zona vaginal limpia. ¡Mentiras! Esta pomada contiene algunos agentes que pueden llegar a dañar la delicada membrana de la piel de la vagina. Puede causar irritaciones y puede resultar muy difícil de eliminar una vez aplicada.
Duchas vaginales
A pesar de ser muy populares, los ginecólogos advierten que estos baños alteran la flora vaginal haciendo de la vagina una zona más propensa a infecciones. El objetivo de las duchas vaginales es mantener un buen olor, y es necesario saber que la vagina no debe oler “bien” todo el tiempo para estar sana.
Bicarbonato de sodio
Las infecciones vaginales son provocadas por desequilibrios hormonales. Alguna receta para controlar la acidez es la del bicarbonato, ya sea con limón o con vinagre. Esta receta utilizada sobre la zona íntima femenina solo traerá irritaciones y más infecciones de las que jamás podría prevenir.
Automedicación
Algunas de las cremas y óvulos farmacéuticos que encontramos en las farmacias sirven en algunas ocasiones, pero es necesario que sean recetadas por un ginecólogo luego de un estudio del caso. No te expongas a efectos secundarios desconocidos por “creer” que funcionará.
Insertar objetos
Entre algunas de las cosas que puedes insertar en tu zona V se encuentran: tampones, dedos, un pene, juguetes sexuales, lubricantes y métodos anticonceptivos seguros. Ningún otro objeto debería entrar en tu vagina, por más limpio que se vea o bien que te hayan hablado de él.