El nanosatélite CubeCat-1, desarrollado en el Laboratorio de Cargas Útiles y Pequeños Satélites (Nanosat Lab) de la Escuela Técnica Superior de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB) de la UPC, se lanzó el 29 de noviembre, a las 5:28 h (hora catalana), con seis experimentos a bordo. El lanzamiento, financiado por el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), se realizó desde la base espacial Sriharikota (India).
El lanzamiento del pequeño satélite se realizó con la lanzadera Polar Satellite Launch Vehicle (PSLV-C43), que despegó desde el Satish Dhawan Space Center, en la localidad de Sriharikota (India), llevando a bordo la el satélite HysIS y una treintena de nanosatélites procedentes de ocho países. El CubeCat-1, creado por estudiantes (que actualmente ya son doctorandos) e investigadores de la UPC, es el único español que ha viajado en esta lanzadera.
Después de realizar las tareas de puesta a punto en órbita, el satélite estará por fin preparado para comenzar los diferentes experimentos enfocados a la observación de la Tierra y la validación de tecnologías espaciales. El seguimiento del CubeCat-1 se llevará a cabo por el equipo del Nanosat Lab desde la estación de comunicaciones ubicada en el Observatorio Astronómico del Montsec (Sant Esteve de la Sarga, Lleida), una instalación de la Generalitat de Cataluña que gestiona el IEEC.
Una de las novedosas tecnologías que el CubeCat-1 debe ensayar es un transistor de grafeno desarrollado por el Real Instituto de Tecnología (KTH) de Estocolmo (Suecia). Los transistores son componentes hechos con silicio que se encuentran en la mayoría de dispositivos electrónicos de uso común. El experimento dentro del CubeCat-1 servirá para comprobar el comportamiento del grafeno en las agresivas condiciones del espacio.
También se analizará el efecto de partículas energéticas altamente cargadas mediante un contador Geiger comercial, un instrumento que mide las partículas radiactivas y las radiaciones ionizantes. El mismo contador servirá para medir el impacto de la radiación en los otros experimentos a bordo del nanosatélite.
Otro experimento es un sistema microelectromecánicos resonante que servirá para medir, por primera vez in situ, como el oxígeno monoatómico ataca un polímero de interés en aplicaciones electrónicas. Este experimento es importante ya que el oxígeno monoatómico es muy reactivo y está presente en órbitas de baja altura.
A bordo del nanosatélite también se pondrán a prueba un nuevo sistema de recolección de energía ambiental creado en el Nanosat Lab y una nueva tecnología desarrollada para transmitir energía al espacio inalámbrico. La sexta carga a bordo es una cámara fotográfica que permitirá efectuar fotografías de la Tierra desde el espacio.
A pesar de ser el segundo en llegar al espacio (el CubeCat-2 se lanzó el 15 de agosto de 2016) el CubeCat-1 es el primero de una saga propia de pequeños satélites experimentales, los CubeCat, que siguen el estándar CubeSat. Los nanosatélites tipo CubeSat son dispositivos de pequeño volumen (combinaciones de cubos de unos 10 centímetros de lado), con un peso de entre uno y diez kilogramos y que, gracias al uso de componentes comerciales estandarizados, pueden ser desarrollados por grupos de estudiantes universitarios e investigadores.
El ambicioso proyecto de diseñar, fabricar y testear esta saga de cubesats ha llevado a cabo durante los últimos siete años al Nanosat Lab, un laboratorio impulsado por la ETSETB de la UPC con el apoyo del IEEC.
Según Adriano Camps, profesor del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones y uno de los responsables del Nanosat Lab, “diseñar, construir y testear cubesats al Nanosat Lab ha sido una experiencia única y muy enriquecedora. Estoy muy satisfecho de haber ayudado a formar y madurar decenas de ingenieros integrante prácticamente todas las asignaturas de Telecomunicaciones y Electrónica en un decímetro cúbico”. Por su parte Ignasi Ribas, director del IEEC, explica que “desde el IEEC hace años que apostamos por el mundo de los nanosatélites ya que creemos que es un ámbito en expansión y que está llamado a democratizar el acceso al espacio”.
El Nanosat Lab de la ETSETB, centro docente de la UPC, es un laboratorio pionero en desarrollo y experimentación de pequeños satélites dedicado a la docencia, la investigación y la calificación de tecnologías y aplicaciones que deben viajar al espacio. Se trata de un equipamiento singular en Europa que integra en un solo entorno, limpio de contaminación, la instrumentación para verificar componentes y tecnología espacial.
Uno de los pilares del laboratorio, el grupo de investigación en Teledetección, Antenas, Microondas y Superconductividad (CommSensLab), del que Adriano Camps es el coordinador científico, tiene la distinción ‘María de Maeztu’, otorgada por el Ministerio de Economía y Competitividad de España dentro del programa de centros de excelencia para llevar a cabo, entre otras, iniciativas pioneras en el espacio, como la del desarrollo de los CubeCat.
Uno de los nanosatélites desarrollados al Nanosat Lab fue el CubeCat-2, el primero diseñado y fabricado en Cataluña, que se puso en órbita el 15 de agosto del año 2016. Se lanzó con tres experimentos a bordo para demostrar la viabilidad de diversas tecnologías vinculadas con sistemas de navegación por satélite para usos de teledetección, así como para probar instrumentación para una futura misión de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El lanzamiento definitivo del CubeCat-1 se ha conseguido efectuar cuatro años y medio después de la fecha prevista. En abril de 2014 todo estaba preparado para que despegara desde Rusia, a bordo de un cohete Dnepr. Desgraciadamente, la guerra entre Rusia y Ucrania, que había comenzado ese mismo mes, tuvo como consecuencia la cancelación de todos los lanzamientos previstos para ese cohete.
Poco más de un año después, el pequeño satélite de la UPC esperaba impaciente una nueva oportunidad de ponerse en órbita, esta vez a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX. El lanzamiento debía realizarse el mes de julio de 2015, pero unas semanas antes un Falcon 9 explotó en vuelo. Este accidente obligó al CubeCat-1 a esperar una nueva oportunidad. Poco después, una segunda explosión del Falcon 9 pospuso, por tercera vez, la fecha prevista del lanzamiento, esta vez de manera indefinida.
Así, durante los últimos dos años se ha estado buscando una alternativa, que finalmente ha resultado ser el cohete indio PSLV-C43, y que por fin ha despegado con el CubeCat-1 a bordo. Ignasi Ribas se congratula de que finalmente se haya podido lanzar el CubeSat, “ha sido un éxito, especialmente después de las vicisitudes y contratiempos vividos durante los últimos años”. El profesor Adriano Camps, investigador del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones y unos de los responsables del Nanosat Lab, junto con los investigadores Eduard Alarcón y Juan Ramos, del Departamento de Ingeniería Electrónica, añade: “estamos muy satisfechos de que el lanzamiento haya ido bien. Ahora tocará ver que las señales se reciben correctamente, y que todo es nominal”. (Fuente: UPC)