De cada 100 gramos de castañas, algo más de 40g son de agua, otros 40 son de carbohidratos complejos, 5g de grasa, 4 de proteína vegetal y además nos aporta gran cantidad de fibra, 7 gramos.
En la Edad Media fue un alimento importante para los más humildes, que lo utilizaban incluso en forma de harina para hacer pan cuando no disponían de trigo.
La castaña te da energía y nutrientes
Además de reconfortar, las castañas constituyen un saludable ingrediente y tentempié gracias a sus hidratos de carbono complejos y a su riqueza nutritiva.
Energía de la mejor calidad
Jenofonte llamó al castaño el “árbol del pan”, convencido de que era unalimento básico de nuestra dieta.
Hoy sabemos, además, que ese nombre está más que justificado, pues aunque la castaña se considera un fruto seco, por su composición nutricional está más cerca de los cereales.
Sus abundantes hidratos de carbono son en su mayor parte almidones. Esto hace que las castañas posean un índice glucémico medio bajo (entre 26 y 65, según las tablas que se consulten).
En otras palabras, aumentan el nivel de glucosa sanguíneo de forma lenta y sostenida, lo que resulta útil cuando se requiere un aporte de energía continuado, como suele ser habitual en niños y deportistas.
Esto también la hace interesante en dietas de control de peso, pues al tener un efecto saciante más duradero ayuda a evitar el picoteo entre horas. Además contiene inulina, una fibra de efecto prebiótico.
Las personas diabéticas pueden consumirlas moderadamente, pues además contienen un aminoácido, la arginina, que contribuye a que la insulina trabaje de manera más efectiva y mejora la circulación sanguínea.
Rica en antioxidantes
La castaña es rica en vitamina C antioxidante. Aunque la pérdida de esta vitamina al cocer o asar las castañas está entre el 30 y el 40%, 100 g aún aportan en torno al 25% de las necesidades diarias.
Además la acompañan pequeñas dosis de vitamina A, E, y compuestos fenólicos como el ácido gálico, el vaníllico, las procianidinas o las catequinas, también antioxidantes.
En cuanto a los minerales, destaca su aporte de manganeso –del que constituyen una fuente tan importante como el trigo o los cacahuetes–, así como de cobre y potasio.