El primer lanzamiento espacial del año 2019 ha sido protagonizado por China, que continúa con su altísimo ritmo de envío de satélites al espacio. El 10 de enero, a las 17:05 UTC, partía desde la base de Xichang un cohete CZ-3B/G3 con un satélite de comunicaciones a bordo.
Se trata del Zhongxing-2D (o Chinasat-2D), que los analistas han clasificado como el posible tercer satélite de la serie Shentong, una constelación de satélites geoestacionarios dedicados a las comunicaciones de carácter militar.
Este tipo de vehículos está gestionado por el Ejército chino y han sido construidos por la organización CAST sobre una plataforma DFH-4. Al parecer, disponen de repetidores en banda Ku que permiten enviar señales de telefonía y datos seguras a los usuarios en tierra. Su peso al despegue estaría alrededor de los 5.200 kg. El cohete del Zhongxing-2D lo habría colocado en una órbita de transferencia geoestacionaria.