De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una mujer debe amamantar a su hijo recién nacido durante seis meses, pero, ¿qué sucede si no puedes producir la suficiente leche materna para cubrir este tiempo?
Un estudio publicado en la National Institutes of Health, encontró que la insuficiencia de hierro es motivo de interrupción de la lactancia. Las madres con bajos niveles de este metal notaron, que además de no producir leche, sus hijos no ganaban el peso deseado.
Leche y queso
¡No en exceso! El 60 % de lo que bebe tu hijo es de suero de leche y el otro 40 % es de caseína. La combinación de ambas le permite al niño tener una digestión rápida y fácil, señala Association Pregnancy American.
Arroz integral, frijol, lentejas
Los carbohidratos representan el 40 % de las calorías proporcionadas por la leche materna. La lactosa mejora la absorción de calcio, fósforo y magnesio de tu bebé, y le permite tener un estómago más saludable.
Hinojo
Este bulbo contiene fitoestrógenos que contribuyen a la producción de leche materna.
Sin embargo, es recomendable que lo consumas con mucha moderación, porque al igual que otras hierbas posee enetol, una sustancia que puede causar somnolencia en los niños, describe la Asociación Española de Pediatría.
Vitaminas Prenatales
La vitamina C, la riboflavina, la niacina y el ácido pantoténico son esenciales en la lactancia, y la mejor forma de obtenerlos es a través de las vitaminas prenatales, afirma Association Pregnancy American.