En las próximas semanas los mejores telescopios del mundo apuntarán al asteroide binario Didymos, principal objetivo de la misión espacial Hera, liderada por la Agencia Espacial Europea (ESA). Se trata de una misión de defensa planetaria (en fase B1 de estudio) que orbitará por primera vez un sistema asteroidal binario. Hera es la contribución europea a la misión DART de la NASA, cuyo objetivo es impactar en el objeto más pequeño del sistema, también llamado “Didymoon”, con un diámetro de unos 160 metros, que se encuentra orbitando a una distancia de un kilómetro del objeto más grande, que posee un diámetro de alrededor de 780 metros.
Hera estudiará los cambios que dicho impacto generará en la órbita del secundario alrededor del objeto de mayor tamaño. Ambas misiones fueron concebidas como parte del experimento internacional “Asteroid Impact Deflection Assesment” (AIDA), ideado para el estudio de técnicas de desvío de futuros asteroides que pudieran impactar contra nuestro planeta y clave dentro de las iniciativas de defensa planetaria.
La campaña de observación para caracterizar al asteroide Didymos dará comienzo el próximo 8 de marzo con el Gran Telescopio Canarias (GTC) (España). Estas observaciones serán llevadas a cabo por Julia de León y Marcel Popescu, investigadores postdoctorales del Instituto de Astrofísica de Canarias. La Dra. de León es una de las responsables del Remote Observations Working Group de la misión Hera, al cual pertenecen también el Dr. Popuescu y el Dr. Javier Licandro (IAC). La tarea de este grupo de trabajo es la coordinación de las observaciones desde diferentes telescopios en todo el mundo con el objetivo de tener caracterizado el sistema con la mayor precisión posible antes del impacto. “Necesitamos conocer muy bien las propiedades orbitales del secundario, como su periodo de rotación o si se encuentra anclado al objeto principal, es decir, si el tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del primario es igual al que tarda en dar una vuelta sobre sí mismo” explica Julia de León. Obtener este tipo de información requiere de telescopios de gran tamaño, como el GTC, dado que es necesario medir con precisión pequeñas variaciones temporales en el brillo del sistema. Estas observaciones son fundamentales para entender y evaluar los cambios que el impacto producido por DART generará en la órbita del sistema.
El Gran Telescopio CANARIAS (GTC), instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma) forma parte de la red de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS) de España. (Fuente: IAC)