Una vacuna experimental para prevenir la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ha sido diseñada por el mexicano Max Medina Ramírez, investigador posdoctoral del Centro Médico Académico de la Universidad de Ámsterdam, Países Bajos.
Se trata de un candidato a vacuna contra el VIH capaz de iniciar respuestas precursoras de anticuerpos neutralizantes de amplio espectro (bNAbs, por sus siglas en inglés) contra el VIH. Dicho candidato fue desarrollado empleando técnicas de ingeniería de proteínas que permitieron estabilizar la envoltura del virus de VIH, también conocida como “trímero” —utilizado por el virus para infectar y, a la vez, burlar el sistema inmune.
Además de la estabilización del trímero, la estructura fue modificada para favorecer la activación de células B precursoras de bNAbs, las cuales tienen la capacidad de prevenir el contagio del virus.
“Esta vacuna experimental fue probada en varios modelos animales y nuestros resultados fueron publicados en la revista Journal of Experimental Medicine bajo el título Design and crystal structure of a native-like HIV-1 envelope trimer that engages multiple broadly neutralizing antibody precursors in vivo”.
En entrevista exclusiva para Ciencia MX el investigador comentó que ya generó una segunda versión del posible fármaco, el cual será probado en una siguiente fase en un estudio clínico. “El objetivo es arrancar un estudio clínico en el trascurso de los siguientes doce meses; actualmente estamos en la etapa de producción a escala de esta vacuna experimental”.
La literatura científica reporta que aproximadamente 50 por ciento de las personas que viven con VIH eventualmente desarrolla bNAbs, usualmente a partir de un año de mantener una infección activa. Ahora se sabe que este tipo de anticuerpos tiene la capacidad de neutralizar la mayoría de los subtipos virales que circulan a nivel mundial.
Desafortunadamente, los pacientes que desarrollan estos anticuerpos no se benefician de ello, dado que para cuando estos anticuerpos se han generado de forma natural, el virus por su parte ya habrá generado reservorios virales (es decir que ya habrá encontrado dónde esconderse del sistema inmune). Además, una vez establecida la infección, el virus podrá adaptarse y escapar fácilmente ante la presión del sistema inmune. La clave radica en estimular el sistema inmune para que desarrolle bNAbs antes de que el virus ataque.
El descubrimiento de estos anticuerpos revolucionó el campo de investigación de vacunas contra el VIH. El doctor Medina Ramírez se dio a la tarea de seleccionar esos anticuerpos y adaptarlos mediante ingeniería de proteínas para usarlos como herramientas moleculares en el diseño de una vacuna contra el VIH.
“Claramente existen otros grupos de investigación que enfocan su trabajo en iniciar una respuesta neutralizante de amplio espectro. Sin embargo, estos grupos emplean otro tipo de antígenos para iniciar la respuesta inmune; a diferencia de nuestra estrategia, otros grupos utilizan antígenos que no mantienen la estructura nativa de la envoltura del VIH, en otras palabras, ellos no emplean el ‘trímero nativo’ tal y como lo hemos logrado nosotros. Lo anterior es fundamental para ampliar las posibilidades de iniciar la respuesta correcta”.
En una fase inicial, la investigación se sostuvo a través de una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México y, posteriormente, gracias a un fondo que se obtuvo de la fundación Aids Fonds de Holanda, enfocada en financiar investigaciones en torno al VIH. Por su parte, la Fundación Bill y Melinda Gates está proveyendo los fondos para llevar a cabo el estudio clínico. (Fuente: Armando Bonilla / Ciencia MX)