Una migraña es un dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos.
Hábitos que podrían estar desencadenando tus crisis de migraña
En un estudio con 200 pacientes con migraña, más del 90 % de los pacientes identificaron por lo menos un precipitante asociado con sus migrañas: los más comunes son el estrés físico o emocional (77 %), menstruación (72 %), exposición a luz brillante o parpadeante (65 %) y varios olores (61 %).
1. Ingerir alcohol
Una encuesta entre más de 2.000 holandeses ha revelado que muchas personas que sufren de migraña evitan el alcohol porque puede desencadenar los fuertes dolores de cabeza. El 78 % de los pacientes que bebieron alcohol mencionaron el vino tinto como la bebida específica que podría desencadenar un ataque.
Los autores del estudio publicado en la revista ‘European Journal of Neurology’ apuntan que el alcohol es un desencadenante de la migraña, ya que afecta a alrededor de un tercio de los propensos a las migrañas, y la cantidad de alcohol y el tiempo que se tarda en provocar un dolor de cabeza también varían.
2. El estrés
El estrés es el desencadenante más frecuente. Todo el mundo ha sentido estrés y ansiedad en algún momento. El estrés es una respuesta a un estímulo emocional (mayoritariamente una amenaza) en una situación dada. La ansiedad es una reacción al estrés.
Sin duda, quien padece ataques de migraña muestra una dificultad para adaptarse a los momentos de cambio. Además, se sabe que tiene una predisposición a sufrir ansiedad. La gente que sufre ataques de migraña suele ser perfeccionista y exigente. Existe pues, una asociación clara entre migraña y ansiedad.
3. El sueño
Existe una clara relación del sueño con la migraña, que además abarca amplios y diversos aspectos. La variación del ritmo de sueño, sea por exceso o por defecto, se reconoce como desencadenante de crisis.
Aproximadamente la mitad de los pacientes con migraña manifiestan dificultad a la hora de iniciar o mantener el sueño: el 38 % duerme una media de 6 horas o menos por noche y existe, en coincidencia de este trastorno, un incremento significativo de la frecuencia y gravedad de las crisis de migraña, con un 71 % de cefaleas al despertar.
4. La alimentación
Aunque no hay estudios concluyentes que muestren detalladamente el mecanismo por el que un producto determinado puede producir migrañas u otros tipos de cefaleas, algunas investigaciones sugieren que los alimentos con mayor peligro son aquellos que contienen grandes cantidades de una clase de sustancias llamadas aminas biógenas.
Dos de estas aminas, la tiramina y la histamina, son las más sospechosas, y se encuentran en:
- Carnes procesadas.
- Conservas y productos ahumados.
- Cacahuetes.
- Aguacates.
- Bebidas alcohólicas.
- Marisco.
- Quesos.
5. Fumar
El tabaco actúa como un factor precipitante del dolor de cabeza, en concreto, de la migraña. Así lo indica un estudio que demuestra que las personas fumadoras tienen más ataques de migraña. El trabajo ha aparecido en The Journal of Headache and Pain.
Los investigadores destacan el importante papel que desempeña la dosis. Los resultados de las entrevistas desvelan que a partir de cinco cigarrillos diarios comienza la migraña.
Por último, para ayudarte a evaluar cuáles son los factores de riesgo que conducen a que tú desarrolles migrañas, te recomendamos llevar una especie de diario personal. En este diario, puedes anotar qué día y en qué circunstancias tuviste un brote de migraña así como otros tipos de características de esa crisis.