¿Qué es el estrabismo?
El estrabismo es una alteración en la alineación de los ojos al momento de enfocar. Esto lleva a que se pierda el paralelismo, es decir, la posibilidad de que ambos ojos apunten en la misma dirección a la hora de enfocar un objeto.
Lo más habitual es que el estrabismo aparezca al mismo momento de nacer o poco después. Se debe a una deficiencia en el funcionamiento de los músculos oculares. Estos no logran mantener un equilibrio y, por eso, generan una descoordinación en los ojos.
A veces, el estrabismo es constante y no tiene mayores variaciones. Otras veces aparece de forma intermitente, cuando el paciente está fatigado, nervioso o enfermo. También cuando se ubica a determinadas distancias del objeto que quiere enfocar.
En casi todos los casos, uno de los ojos tiene mayor agudeza visual y puede apuntar al frente. El otro tiene menos agudeza y se sitúa en una posición no paralela. De acuerdo a la desviación que tenga, se han definido varios tipos de estrabismo.
Tipos de estrabismo
- Endotropías. Tiene lugar cuando ambos ojos están desviados hacia dentro. Es acomodativa, si se presenta cuando el paciente hace el esfuerzo de enfoque y no acomodativa, si es constante.
- Exotropías. Los ojos están desviados hacia afuera. Por lo general, este tipo de estrabismo aparece tardíamente.
- Hipotropías. Usualmente afectan a un solo ojo que se dirige hacia abajo.
- Hipertropías. Cuando uno o ambos ojos se dirigen hacia arriba.
Entre un 30 % y un 35 % de las personas con estrabismo pierden la visión en el ojo no dominante. A esto se le llama ambliopía u ojo vago. Cuando el estrabismo se presenta en la edad adulta, lo habitual es que el paciente vea doble.
Tratamientos disponibles
El objetivo de los tratamientos para el estrabismo es el de evitar que el ojo no dominante pierda agudeza visual y que ambos ojos consigan la mejor alineación posible. Se orienta a reforzar los músculos oculares para que la desviación se modere o desaparezca.
Lo habitual es que se ordene el uso de gafas y de ejercicios oculares para reforzar el músculo. En el caso de que haya ambliopía, el tratamiento indicado es la oclusión total. Esto quiere decir, colocar un parche en el ojo dominante para forzar al otro a que incremente su agudeza.
En los casos más severos, el tratamiento de elección es la cirugía. Esta permite debilitar unos músculos y fortalecer otros, modificar su inserción o acortar uno de ellos para conseguir un enfoque alineado. Lo habitual es que se necesiten varias cirugías.
A veces, también se corrige el estrabismo mediante la inyección de una sustancia llamada toxina botulínica. Esta da origen a un relajamiento muscular y permite que los ojos se alineen correctamente en algunos casos.