Conseguir que tu familia coma de forma saludable supone más de un quebradero de cabeza. Más allá de las prisas del día a día, los productos precocinados y los envases monodosis la alimentación familiar parece haberse convertido en una asignatura pendiente para muchos hogares.
Errores de alimentación que puedes estar cometiendo
1. La improvisación
El resultado de la desorganización es una práctica alimentaria desequilibrada que conduce al exceso de peso. Se impone el aprendizaje de conocimientos básicos de alimentación para adquirir criterio nutricional y organizarse mejor.
Sin duda, alimentarse bien hoy en día requiere reflexión, una compra inteligente para escoger bien sin dejarse el bolsillo y cocinar un poco más.
2. Light no siempre es sinónimo de saludable
Muchas veces la bajada en las grasas se suple con otras sustancias menos saludables, de modo que tendremos que decidir con qué frecuencia consumimos este tipo de alimentos para que no alteren el equilibro nutricional de nuestra dieta. Por tanto, deben consumirse de forma más puntual.
Otro error es pensar que la grasa es perjudicial. El organismo necesita grasas para funcionar bien. Los productos que anuncian «0 % grasas» no solo no tienen grasas malas, como las saturadas, tampoco contienen las buenas, como las monoinsaturadas, útiles para la lucha contra el colesterol malo.
3. Comer pocas veces al día y mucha cantidad
Los expertos recomiendan cinco ingestas diarias: tres comidas importantes (desayuno, comida y cena) y dos tentempiés. Si no le damos alimentos a nuestro organismo durante un periodo largo de tiempo (más de 3-4h), nuestro cuerpo entra en alerta y se disparan todos nuestros mecanismo de reserva.
Esto quiere decir que nuestro organismo empieza a ahorrar energía y acumular grasas para aguantar y rendir durante las horas que no va a recibir alimento. Es fundamental por tanto, evitar estos mecanismos de alerta para mantener a nuestro organismo en un correcto equilibrio.
4. No desayunar o comer a deshoras
Es un hábito muy extendido entre la sociedad por la ‘falsa’ creencia de que, así, se consigue bajar de peso más rápidamente, algo que debemos empezar a cambiar ya, puesto que el desayuno es la comida más importante y la que nos aporta la energía necesaria para el resto del día.
Por otro lado, comer a ‘deshoras’ también es un mal hábito, ya que el sistema digestivo humano se va regulando, tiene sus propios horarios y saltárnoslos, día sí y día también, solo puede repercutir de forma perjudicial para nosotros y nuestra salud.
5. abusar de la sal
Abusar de sal puede provocar retención de líquidos y provocar problemas de tensión arterial. El exceso de sodio en nuestro organismo afectará principalmente a los riñones y al corazón. Se trata de afecciones que se producen con el paso del tiempo mediante el abuso continuado de la ingesta de sal.
Para evitarlo es fundamental seguir una dieta adecuada en la que la sal sea un elemento presente de manera muy escasa. Una forma saludable de sazonar la comida es añadiendo hierbas aromáticas o especias.
6. Demasiada carne y poca verdura
«Al menos termina el filete» suplican algunas mamás. La proteína animal no debe ocupar más de una cuarta parte del plato o bandeja, al igual que las legumbres o los cereales del menú. Cereales y legumbres se complementan muy bien y contribuyen también al aporte proteico.
Así, bastan pequeñas porciones de carne blanca o de pescado. La carne roja debe ser de consumo semanal, no diario. Los verdaderos protagonistas deben ser las verduras y hortalizas.
Por último, si tienes alguna duda sobre cómo llevar unos buenos hábitos alimenticios, no dudes en consultar con un nutricionista para que te de más pautas sobre cómo seguir una correcta alimentación.