El lago Nakuru es uno de los lagos alcalinos del Gran Valle del Rift, situado a una altitud de 1.754 m sobre el nivel del mar.
Se encuentra al sur de Nakuru, en la Kenia central. Tiene una superficie de 5 a 45 km².
Está protegido por el pequeño Parque Nacional del Lago Nakuru, que forma parte de los Parques nacionales de Kenia. Abundan las algas que atraen grandes cantidades de flamencos, que famosamente bordean la costa. También hay otras aves en la zona, al igual que los jabalíes, babuinos y otros mamíferos grandes.
El nivel de las aguas del lago bajó mucho en la década de 1990 pero posteriormente se recuperó. Nakuru significa “lugar polvoriento” en la lengua Maasai. Su Parque Nacional se estableció en 1961. El lago ha sido protegido por la Convención de Ramsar sobre humedales.
En 2019, debido a la contaminación, algunas asociaciones dieron el lago por “muerto”, y advirtieron de los efectos en el turismo de la zona
Kenia alerta su “muerte”, debido a la contaminación
“En el pasado, el lago Nakuru era el hogar de millones de flamencos. Hoy, por culpa de la contaminación, el número de flamencos que hay se puede contar”, dijo el activista James Wakibia.
El lago Nakuru, en el oeste de Kenia y famoso por sus flamencos rosados y rinocerontes, está “muerto” debido a la contaminación, alertó el Gobierno keniano, que pidió una investigación para ofrecer soluciones sobre su futuro.
“El parque ha sido famoso por su gran número de flamencos, pero muchos de ellos se han ido a otras zonas”, dijo el ministro de Turismo, Najib Balala, en un foro celebrado este miércoles en Nakuru, informaron hoy los medios locales.
Balala explicó que tras recorrer el parque nacional en el que se encuentra este célebre lago no vio ni uno de los “cinco grandes”, como se conoce en varios países africanos al conjunto de animales formado por el león, elefante, rinoceronte, búfalo y leopardo.
“Para mí, el parque nacional del lago Nakuru está muerto y es muy triste”, afirmó el ministro, quien aseguró también que los árboles están mustios en la zona.
Balala pidió al Servicio de Conservación de la Fauna de Kenia (KWS, por sus siglas en inglés) que realice un estudio y aporte soluciones, y al Gobierno del condado de Nakuru que asegure que no lleguen aguas residuales al lago.
“Tenemos que mantener una conversación con el Ministerio de Medio Ambiente sobre el problema de la contaminación en el lago Nakuru y en el lago Naivasha, y prometo que tomaremos medidas firmes”, añadió el ministro, citado hoy por el diario Daily Nation.
Además prometió una inversión de unos US$3,2 millones para crear una cascada artificial que atraiga el turismo a la zona.
El lago Nakuru aloja varios tipos de flamencos -entre ellos los de color rosado, que hacen las delicias de los turistas- y unas 450 especies de aves acuáticas, además de 56 tipos de mamíferos, incluidos rinocerontes blancos, negros y leones.
“En el pasado, el lago Nakuru era el hogar de millones de flamencos. Hoy, por culpa de la contaminación, el número de flamencos que hay se puede contar”, dijo hoy el activista medioambiental keniano James Wakibia en su cuenta de Twitter.
La contaminación, según Wakibia, es debida a las aguas no tratadas que se vierten a la zona desde hace años sin que nadie rinda cuentas por ello.
Además, el lago Nakuru, como el vecino lago Naivasha, es una zona de plantaciones de flores, una de las principales exportaciones de Kenia.