A continuación, te diremos los errores que cometes en tu rostro y que le añaden años a tu piel. Tal vez ahora entiendas por qué han aparecido las primeras arruguitas o manchas sin un motivo evidente para ti.
1. No te tomas la molestia de limpiar tu rostro
El error más básico es omitir el proceso de limpieza. Puedes pensar que no es un gran problema irte a cama tal y como llegas a casa. Después de todo, te bañarás a la mañana siguiente y ahí eliminarás los residuos, ¿cierto?
El problema es que dormir así ocasiona que el maquillaje, la contaminación y la suciedad que se acumulan en el rostro tapen los poros de la piel. Esto facilita la aparición del acné, así como que surjan las primeras arrugas y algunas infecciones.
La recomendación es que cada 10 horas, aproximadamente, limpies la piel de tu cara. Esto más o menos sería en la mañana y en la noche. No te tienes que complicar, basta con lavarte bien la cara con agua y jabón neutro.
En caso de que prefieras algo más hidratante, prueba con esta loción. Se hace de un modo sencillo, rápido y con ingredientes naturales:
Ingredientes
- ½ taza de infusión de manzanilla (125 ml)
- 2 cucharadas de agua de pepino (30 ml)
- 2 cucharadas de gel de aloe vera (30 g)
¿Qué debes hacer?
- Combina todos los ingredientes y guarda en un frasco con atomizador.
- Cuando vayas a limpiar tu rostro, aplica suficiente cantidad y limpia con movimientos circulares con ayuda de un algodón.
- Termina enjuagando con un poco de agua fresca y ve a dormir. Notarás que tu piel se ve suave, nutrida y perfecta a la mañana siguiente.
2. Nunca aplicas un exfoliante
Antes dijimos que el error más común es no eliminar el maquillaje, pero ese es solo el primer paso. El exfoliante tiene la función de eliminar las toxinas y suciedad que se acumulan en las capas profundas de la piel.
Lo ideal es que uses un exfoliante pensado para tu tipo de piel. De esta forma logras limpiar y tratar los problemas más comunes.
- En las pieles sensibles debes aplicar exfoliantes que sean suaves y añadan hidratación.
- Si tu piel es grasa, será necesario usar exfoliantes que controlen el problema sin deshidratar.
Es recomendable aplicar el exfoliante una vez por semana. Así limpias a profundidad sin eliminar los aceites naturales de la piel. Solo en casos muy extremos podría ser necesario aplicar dos veces por semana. Y te recomendamos que elijas exfoliantes naturales para limpiar tu rostro.
3. Lavas tu rostro una sola vez al día
Incluso si lavaste tu rostro y eliminaste el maquillaje la noche anterior, cada mañana debes limpiar tu rostro. Toma en cuenta que mientras duermes hay bacterias desarrollándose en tu piel. Además, están los ácaros y restos de detergente de la cama o los contaminantes del aire.
Para evitar que estos elementos sean un problema, cada mañana lava tu rostro con agua fresca y jabón o con el spray limpiador que te dimos antes.
En caso de que tu piel sea muy grasa o de que hayas ido al gimnasio, también deberías lavar tu rostro para eliminar los residuos acumulados. Si tu piel es muy seca, aplica un poco de crema hidratante después de lavar el rostro para no agravar el problema.
4. Cambias de productos muy rápido
Si estás frustrada porque parece que ninguno de los productos que usas para limpiar tu rostro te ayudan a lucir mejor, tal vez cometas este error. Por desgracia, solemos ser muy desesperadas y queremos lucir perfectas en cuestión de minutos.
Sin embargo, tanto los productos comerciales como los caseros requieren de varias aplicaciones para mostrar resultados. El tiempo mínimo que deberías esperar para ver cambios son cuatro semanas. Además, hay que considerar el hecho de que debes ser constante.
Si aplicas un gel limpiador que promete reducir el tamaño de los poros y a la semana lo cambias, posiblemente nunca veas el efecto. Deja que tu piel se adapte a los ingredientes y los aproveche realmente.
5. Usas demasiados productos al mismo tiempo
¿Cuál es tu rutina de belleza? Tal vez pienses que al limpiar tu rostro con varios productos mejoras el efecto, pero es todo lo contrario. Debes elegir un solo producto para cada necesidad.
Cuando usas varios productos para el mismo objetivo irritas la piel, agravas los problemas que tienes y generas otros. Si optas por un tónico para limpiar, ya no uses un jabón o sérum.