Clínicos del Hospital Veterinario de la Universidad Católica de Valencia (UCV) y del Departamento de Veterinaria y Laboratorio del Oceanogràfic de València (España) han operado a una hembra de león marino que había sufrido una grave fractura maxilar. La intervención ha sido compleja desde el punto de vista de la técnica quirúrgica, del manejo y mantenimiento anestésico, pero ha concluido con éxito.
La operación ha tenido lugar el pasado 5 de marzo en las instalaciones del acuario valenciano, y se ha desarrollado durante dos horas con resultado satisfactorio, hasta el punto de que el animal está prácticamente recuperado a día de hoy.
El doctor Iván Serra, responsable del Servicio de Cirugía del Hospital Veterinario de la UCV, ha especificado que “tras la realización del TAC y para evitar lesiones en zona la cutánea, se decidió llevar a cabo un ‘abordaje’ oral y colocar una placa de titanio en la zona rostral de la maxila, elevando la mucosa gingival y cubriendo la placa bajo del tejido para que no estuviera expuesta”.
Para Serra, “la intervención fue compleja desde el punto de vista técnico por las condiciones anatómicas que tiene este animal con un escaso espacio para colocar los implantes, una abertura de la boca menor de lo normal, el alto riesgo de contaminación y porque se trata de un tipo de paciente que habitualmente no se interviene con lo que su pronóstico era mucho más difícil de prever”.
“Igualmente, la labor de los servicios de Anestesia de la UCV y del Oceanogràfic tuvieron una tarea muy compleja, pues el manejo y mantenimiento anestésico de estos pacientes supone un gran reto y es fundamental para que nosotros podamos hacer nuestro trabajo correctamente y el animal pueda sobrevivir a estas intervenciones”, ha añadido.
Con todo esto, los veterinarios de la UCV han afirmado que “el resultado de la cirugía fue satisfactorio logrando una oclusión perfecta, es decir una correcta apertura y cierre de la boca, objetivo principal que persigue este tipo de operaciones en fracturas de hueso maxilar y mandíbula”.
Por otro lado, Serra ha hecho hincapié en la peculiaridad de este tipo de pacientes “que no se pueden evaluar continuamente y con los que no puedes prever si requerirán una retirada de implantes” y ha subrayado que “por ello lo que se pretende es no tener que volver a reintervenir la zona”.
En lo que se refiere a la recuperación, el cirujano de la UCV ha indicado que “el periodo inicial ha sido lento como era de esperar, tanto desde el punto de vista de recuperación anestésica como funcional; a partir del cuarto día empezó a comer y en torno al octavo día ya pudo volver al agua con el resto de compañeros”.
Además del doctor Serra han participado los miembros del equipo quirúrgico, Iván Serra y Fernando Reina, de anestesia, Sarah Boveri, y de animales exóticos, Laura Vilalta del Hospital Veterinario del UCV y los veterinarios del Oceanogràfic, Carlos Barros, Carlos Rojo, Mónica Valls y Mª Teresa Álvaro.
Por su parte, María Teresa Álvaro, jefa del departamento de Veterinaria del Oceanogràfic, ha precisado que “la anestesia en general de los mamíferos marinos suele ser bastante complicada por la adaptación al buceo, con lo cual era un punto importante para controlar”.
Después de las dos horas de operación, Álvaro ha explicado que “la recuperación fue complicada y larga. Tardó más de lo habitual en despertarse, posiblemente por el tiempo de cirugía y el gran tamaño del animal. Pero a las 24 horas de la cirugía, Laura se encontraba despierta y pudo ser trasladada a su instalación. En un primer momento se mantuvo fuera del agua aproximadamente una semana para asegurar una correcta recuperación de la herida y hasta que comió por si sola. Tardó en comer cuatro días, fue lo más complicado porque no se le podía administrar el tratamiento de forma oral, sino que tuvo que ser parenteral, y había que administrar fluidos, pero finalmente, cuando empezó a comer, la recuperación se aceleró muchísimo”.
Actualmente Laura se encuentra bastante bien. “Se ha trabajado muchísimo -concluye Álvaro- para poder hacer un buen seguimiiento, con radiografías y poder comprobar que el hueso se está recuperando bien. Tras una revisión por parte de los traumatólogos de la UCV, que realizaron la cirugía, faltan 20 o 30 días para poder dar el alta al animal e incluirlo en su grupo principal ya que ahora mismo está en un grupo más pequeño con otras hembras más tranquilas”. (Fuente: UCV)