Un equipo multidisciplinar de geólogos y paleontólogos ha llevado a cabo por primera vez un estudio completo estratigráfico, paleontológico, paleoambiental y paleogeográfico del registro sedimentario que contiene algunos de los dinosaurios más emblemáticos y popularmente conocidos del este de España, como Aragosaurus, Losillasaurus y Turiasaurus (“el gigante europeo”).
El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica internacional Journal of Iberian Geology, demuestra la edad jurásica de las unidades geológicas en las que se sitúan los principales yacimientos. Asimismo cuestiona la validez de diversas formaciones geológicas conocidas tradicionalmente en España y de otras recientemente descritas en el área estudiada.
La investigación (realizada por un equipo de la Universidad Complutense de Madrid, de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, de la Universitat Autònoma de Barcelona, de la Universidad Rey Juan Carlos y de la Universidad de Oviedo) acomete por primera vez el estudio multidisciplinar (estratigráfico, paleontológico, paleoambiental y paleogeográfico) del registro sedimentario del este de España, caracterizado por contener abundantes fósiles de dinosaurios y que tradicionalmente se ha situado en el tránsito Jurásico-Cretácico o en el Cretácico Inferior. En concreto, se han estudiado en detalle varias áreas de las provincias de Teruel y Valencia en las que los fósiles de dinosaurio son más abundantes.
A pesar de la riqueza en estos dinosaurios del este peninsular, no se había realizado un estudio tan amplio que integrara mapas geológicos, análisis estratigráficos, sedimentológicos y micropaleontológicos de tanto detalle y en un área tan extensa. Ahora se han estudiado y analizado diez secciones estratigráficas de la provincia de Teruel (Galve, Cedrillas, El Castellar, Formiche Alto, Mora de Rubielos, Villel y Riodeva) y de Valencia (Losilla de Aras-Alpuente, Benagéber y Villar del Arzobispo). El conjunto de todos los niveles rocosos ahora estudiados supera los 5.500 metros de espesor y durante la investigación se han recolectado más de 820 muestras de rocas para la realización de estudios microscópicos detallados. Además, se ha confeccionado un nuevo mapa geológico que abarca un área de más de 2.100 km2 y en el que se ha precisado la edad geológica de los sedimentos con yacimientos de dinosaurios clásicos.
Ambientes.- En todas las áreas estudiadas el registro sedimentario con dinosaurios está formado por una parte inferior esencialmente carbonática (calizas) y por una parte superior esencialmente siliciclástica (areniscas, arcillas) que se depositaron en una plataforma marina somera o muy somera, conectada lateralmente con ambientes costeros y aluviales (deltas, llanuras de inundación, entornos de ríos, dunas eólicas etc.). La evolución de estos sistemas a lo largo del tiempo geológico fue, en general, regresiva (bajada del nivel del mar) aunque se ha podido registrar un episodio de subida del nivel del mar en la parte más alta del registro sedimentario estudiado.
Respecto a la edad geológica, en estos sedimentos se han estudiado con detalle unos microfósiles marinos denominados macroforaminíferos bentónicos que son muy abundantes en los sedimentos y que sirven para precisar la datación geológica. Tras su análisis, en el trabajo se concluye que la mayor parte de los sedimentos que contienen estos microfósiles y también los fósiles de dinosaurios (como los saurópodos Turiasaurus y Losillasaurus, estegosaurios como Dacentrurus, carnívoros de diferentes tallas, etc.) corresponde a los últimos pisos geológicos del Jurásico Superior (Kimmeridgiense–Titoniense), tiene una antigüedad aproximada de entre 154 y 145 millones de años, y se descarta su atribución a edades geológicas más recientes del tránsito Jurásico-Cretácico e incluso del Cretácico Inferior, como anteriormente se había considerado.
Todo lo anterior ha hecho necesaria la revisión de varias formaciones geológicas previamente establecidas en el área de estudio y se concluye que debe evitarse el uso de las formaciones denominadas Aldea de Cortés y El Collado, que tradicionalmente se han asignado al Cretácico, y que otras dos formaciones que recientemente se habían definido en la provincia de Teruel, denominadas Aguilar del Alfambra y Galve -mayormente asignadas al Cretácico-, no deben ser aceptadas. Los nuevos datos indican que los sedimentos estudiados que contienen los yacimientos con dinosaurios son equivalentes a los depósitos de una formación geológica del Jurásico Superior denominada Villar del Arzobispo.
El nuevo estudio también revela que estos depósitos con dinosaurios del este ibérico se correlacionarían con los depósitos del Jurásico Superior de otras zonas de la Península Ibérica, como Asturias, Soria y Portugal, que también contienen abundantes y similares fósiles de dinosaurios. Esto ha hecho necesario revisar la paleogeografía de Iberia para el Jurásico Superior.
Los resultados de las investigaciones se han publicado en la revista científica Journal of Iberian Geology, en un artículo realizado por un equipo de geólogos y paleontólogos de la Universidad Complutense de Madrid, de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis (Museo Aragonés de Paleontología), de la Universitat Autònoma de Barcelona, de la Universidad Rey Juan Carlos y de la Universidad de Oviedo. Los autores son: Sonia Campos-Soto, M. Isabel Benito, Alberto Cobos, Esmeralda Caus, I. Emma Quijada, Pablo Suarez-Gonzalez, Ramón Mas, Rafael Royo-Torres y Luis Alcalá
La investigación se ha realizado en el marco de diversos proyectos de investigación financiados por el Gobierno de España y el Gobierno de Aragón. (Fuente: Fundación Dinópolis)