Son muchos los factores que están implicados en nuestra salud cardiovascular. El sedentarismo o el consumo de alcohol y tabaco tienen fuertes repercusiones negativas que pueden resultar devastadoras. Lo mismo pasa con la nutrición, que resulta ser una pieza clave para evitar el riesgo de estas enfermedades.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud: “Se calcula que en 2012 murieron por esta causa 17,5 millones de personas, lo cual representa un 31 % de todas las muertes registradas en el mundo. De estas muertes, 7,4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria y 6,7 millones a los AVC”
Nueces
Las nueces son un clásico aliado de la salud cardiovascular. Su consumo nos ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Esto es debido a su alto contenido en omega-3 y a sus fitoesteroles, siendo una sustancia que resulta bastante útil para reducir los niveles de colesterol en sangre.
Aceite de oliva virgen extra
Este es uno de los alimentos para la salud cardiovascular básicos e imprescindibles en la cocina mediterránea, por lo que conviene que lo consumamos cada día. Gracias a su contenido en grasas monoinsaturadas ayuda a disminuir el colesterol malo y, además, a elevar el bueno.
Por otra parte, su aporte en vitamina E también sirve como antioxidante para prevenir el daño oxidativo, uno de los factores que afecta a la aterosclerosis y el daño en los vasos sanguíneos.
Legumbres
Son un buen aporte de proteínas vegetales de gran calidad y, gracias a su bajo contenido en grasa, son un alimento fundamental en cualquier dieta para reducir el colesterol en sangre.
Según recientes estudios, las personas que comen legumbre diariamente tienen hasta un 22 % menos de riesgo de padecer una enfermedad cardíacacon respecto a los bajos consumidores de este alimento.
Brócoli
Este es uno de los superalimentos que no puede faltar en tu dieta. No solo se cree que podría ayudar a prevenir diversos tipos de cáncer, sino que también es bueno para la salud de tu corazón.
Pero, además, el brócoli contiene zinc, hierro, ácido fólico, vitamina K, calcio y antioxidantes, aportándonos un extra de protección frente al riesgo de padecer accidentes cardiovasculares.
Tomar frutas y hortalizas todos los días
Se recomienda consumir, como mínimo, tres piezas de fruta y hortalizas al día pero no más de un zumo diario. Tiene un menor efecto saciante y no tiene las mismas propiedades nutritivas que la pieza entera. También hay que evitar las verduras precocinadas o envasadas, pues suelen tener un alto contenido en conservantes.
Limita la ingesta de grasas no saludables
Limitar la cantidad de grasas saturadas y grasas trans que comes es un paso importante. De esta forma contribuimos a reducir el colesterol en sangre y disminuir tu riesgo de tener enfermedades de las arterias.
Un nivel alto de colesterol en sangre puede provocar una acumulación de grasa en las arterias, denominada «aterosclerosis», que puede aumentar tu riesgo de tener ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Elige cereales integrales
Los cereales integrales son una buena fuente de fibra y de otros nutrientes que cumplen un papel importante en la regulación de la presión arterial y en la salud del corazón. Para aumentar la cantidad de cereales integrales en una dieta saludable para el corazón, sustituye los productos de granos refinados.
Elige fuentes de proteínas con bajo contenido de grasa
Elige las opciones con menos grasa, como leche descremada en lugar de leche entera y pechugas de pollo sin piel en lugar de sus elaboraciones en frituras.
El pescado es otra excelente alternativa para reemplazar las carnes con alto contenido de grasa. Ciertos tipos de pescado tienen alto contenido de ácidos grasos omega-3, que tienen un efecto cardiovascular positivo. Los pescados con mayor cantidad de ácidos grasos omega-3 son los de agua fría, como el salmón, la caballa y el arenque.