El último informe anual del Mercado Europeo del Fitness y la Salud refleja que el fitness se ha consolidado como la actividad física más practicada en Europa y sitúa a España como uno de los principales líderes del sector. De hecho, parece que en nuestro país constituye la actividad deportiva de mayor volumen.
Salir a caminar ayuda a reducir la grasa corporal
Caminar constituye una actividad física ideal para quemar grasa corporal. Esto se debe a que permite mantener una frecuencia cardíaca (FC) entorno al 65% de la FC máxima (220-edad en hombres y 226-edad en mujeres).
Aumenta la liberación de serotonina
La exposición a la luz solar y la práctica de actividad física aumentan la producción de serotonina. Esto supone un mejor estado de ánimo y un menor riesgo de depresión y deterioro cognitivo. Entonces, ¿Qué mejor que salir a caminar?
Favorece la síntesis de vitamina D
La vitamina D es imprescindible para mantener una buena salud ósea, inmunitaria y cerebral. Nuestra principal fuente de vitamina D es la piel que, en contacto con los rayos del sol, transforma el 7-dehidrocolesterol en vitamina D3.
Así, la exposición a la luz solar resulta fundamental y, para ello, caminar al aire libre es perfecto. Lo ideal sería exponer el 10% de nuestro cuerpo al sol, cada día, durante 30 minutos y sin protección solar. Por favor, es muy importante que únicamente te expongas al sol sin protección durante el periodo de tiempo mencionado.
Salir a caminar reduce la tensión arterial
Caminar entra dentro del grupo de actividades aeróbicas y es una práctica ideal para mantener la tensión arterial (TA) dentro de un rango saludable. Un estudio elaborado por Álvarez et al. (2013) encontró una reducción significativa de la TA en niños, adolescentes y adultos, después de una sesión aeróbica de 60 minutos.
Ayuda a mantener la glucemia estable
Caminar ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en sangre. Esto se debe a un aumento del gasto energético y de la sensibilidad a la insulina durante las 24-48h siguientes a la sesión de actividad física. Así, se hace especialmente interesante en la prevención y control de la diabetes mellitus tipo 2.
Mejora la salud del corazón y los vasos sanguíneos
La actividad física moderada, como caminar, mejora la capacidad de contracción del corazón. Esto hace que su trabajo sea más eficiente y, por tanto, que dure más tiempo en perfecto estado.
Además, por su efecto vasodilatador, salir a caminar favorece la circulación sanguínea, reduce el riesgo de colapso circulatorio y, por tanto, disminuye el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular (ictus).
Ayuda a disminuir el colesterol y los triglicéridos
Salir a caminar contribuye a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, y aumenta la proporción de proteína HDL sobre la LDL.
Además, por su efecto sobre la pérdida de peso, mejora la acción de los fármacos destinados a reducir el exceso de colesterol. Todo ello, reduce el riesgo de sufrir enfermedades de tipo isquémico como las mencionadas en el punto anterior.