La fisioterapeuta Silvana Colo Correa contaba con más de 10 años de experiencia en el ambiente de las maternidades paulistas cuando resolvió bucear en el mundo de la innovación. En 2011, decidió radicarse en la ciudad de Araraquara, en el interior del estado brasileño de São Paulo, y, en una incubadora local, empezó a estudiar el empleo de la tecnología de LEDs (diodos emisores de luz, por sus siglas en inglés).
El objetivo de la nueva pequeña empresa, llamada Led Visual Médica, consistía en aplicar esta tecnología en el tratamiento de la ictericia, una enfermedad que deja la piel de los recién nacidos amarillenta debida al exceso de bilirrubina en la sangre.
“El índice de ictericia en las maternidades llega a ser del 70%”, afirma Colo Correa, directora de Led Visual Médica. Según la investigadora, en el Hospital Maternidad Leonor Mendes de Barros, en el centro de la ciudad de São Paulo, por ejemplo, donde concurren muchos inmigrantes del altiplano andino para su atención, el índice de la enfermedad entre los miembros de esa población llega a casi el 100%. “Conozco aquella realidad, pues trabajé allí”. La enfermedad, que es bastante común, hace que aumente el tiempo de internación de los niños, y muchas veces el de sus madres también.
Como la experiencia de la investigadora indicaba que muchos de los aparatos utilizados en las maternidades brasileñas eran caros y su mantenimiento era complicado, surgió el proyecto de montar un equipo con luz LED para intentar mejorar el tratamiento con luz, siempre necesario en las maternidades de Brasil.
El proyecto fue aprobado en la Etapa I del Programa Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo – FAPESP Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE) en 2015.
Según Colo Correa, la fase inicial de desarrollo del proyecto contó con la participación del equipo del campus de la Universidad de São Paulo (USP) en la ciudad de São Carlos, coordinado por el profesor Vanderlei Bagnato, quien también dirige el Centro de Investigación, Innovación y Difusión en Óptica y Fotónica (CEPOF), uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPIDs) de la FAPESP. “Ayudamos fundamentalmente en la construcción del prototipo y en las principales verificaciones tendientes a poner a prueba la eficacia del proceso”, afirma Bagnato.
Uno de los avances que propuso el equipo del CEPOF fue la incorporación de un radiómetro al aparato, con el objetivo de medir la radiación. “La participación del profesor Bagnato resultó crucial. Sin él y su equipo, no hubiésemos logrado desarrollar el proyecto, si tenemos en cuenta los retos científicos que afrontamos”, afirma la investigadora.
Una vez culminada la Etapa I, la empresa remitió el proyecto a la Etapa II del PIPE, para el desarrollo del aparato propiamente dicho. El camino de la innovación se mostró prometedor. “Logramos aplicar la luz LED de una manera más eficiente en el tratamiento de la ictericia con relación a los productos existentes en el mercado”, afirma Colo Correa.
Según la investigadora, los equipos disponibles actualmente disminuyen de mínima un 35% el tiempo de tratamiento de los bebés que desarrollan ictericia durante los primeros días de vida. En tanto, el tratamiento propuesto podrá ser más rápido debido fundamentalmente al modo de proyección del foco luminoso a partir de la luz de LED sobre el cuerpo del bebé. La seguridad también constituye una preocupación: el prototipo en 3D impide que se produzca un contacto directo con la luz.
Además de la terapia luminosa, las lentes y los filtros que se utilizan en este producto, como así también la forma de montaje, apuntan a aliar calidad con un precio más bajo. “Nuestro desarrollo permite que el mantenimiento quede a cargo de los propios técnicos de los hospitales, lo que redunda en una disminución del costo. La forma de montar y desmontar este aparato también vuelve a ambas operaciones más prácticas. De esta forma, logramos enviarlo a cualquier parte del país”, según Colo Correa.
La empresa presentó su proyecto en el marco de la Tercera Etapa del PIPE/ PAPPE Subvención, fruto de un convenio entre la FAPESP y la Financiadora de Estudios y Proyectos (la Finep, dependiente del gobierno federal), con la mira puesta en sacar el producto al mercado. Con todo, antes de su comercialización, será necesario realizar ensayos clínicos y obtener la certificación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil.
“Este aparato aportará mejoras indirectas a los hospitales, incluso a las instituciones públicas, que siempre están sujetas a limitaciones de presupuesto”, dice Colo Correa. Según sus cálculos, con un menor tiempo de internación de los bebés, las camas que ocupan las madres también podrán desocuparse antes de lo que suele suceder. “Todo esto genera un ahorro para los hospitales”, dice la investigadora.
Actualmente, los aparatos similares a los que desarrolló Led Visual Médica se importan desde Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia y China. “En el mundo son 20 multinacionales del sector que concentran el 70% del mercado global”, estima Colo Correa. “Como el mantenimiento de la mayoría de los aparatos actuales es caro y difícil, somos optimistas.” (Fuente: Agencia FAPESP / DICYT)