Un cohete CZ-2C envió a tres satélites chinos militares hacia una órbita de unos 600 km de altitud el pasado 26 de julio. Se trata de los Yaogan-30-05-1 a 3, un grupo probablemente dedicado a la escucha de señales.
El despegue, desde Xichang, ocurrió a las 03:57 UTC. Las autoridades chinas no anunciaron las características exactas de la misión, más allá de señalar que, como vehículos de teledetección, estaría dedicada a efectuar experimentos en el espacio y a detectar señales electromagnéticas. Su configuración sería semejante a la de los NOSS estadounidenses.
El lanzamiento llamó la atención porque la primera etapa del cohete, que normalmente cae sobre zonas relativamente pobladas, incorporó en este vuelo varias rejillas semejantes a las que utilizan los cohetes Falcon-9 para controlar el descenso y aterrizaje de sus primeras etapas. Las autoridades chinas indican que, efectivamente, se pretende mejorar la dirección de la caída, evitando que estos vehículos impacten en lugares inconvenientes. Sin embargo, no se descarta que se esté preparando un programa que en el futuro trate de hacer aterrizar de forma controlada la primera etapa de estos cohetes, para su posterior reutilización.