Luego de irnos de vacaciones, el bronceado queda en la piel como un recuerdo de que pudimos disfrutar del calor del Sol. Pero, ¿cómo hacer para prolongarlo y que no se apague tan rápido al retomar la rutina?
Antes que nada, debes recordar que, aunque el bronceado te guste a nivel estético, es importante que cuides tu piel de la exposición al Sol, ya que puede deshidratarse y adquirir un aspecto agrietado, seco, con poca elasticidad y sobre todo, nada saludable.
Los consejos que aquí encontrarás buscan no solo aumentar la duración del bronceado, sino también ayudar a la restauración de tu piel. Es una rutina simple que combina cuidados externos e internos, pues ambos inciden en el buen aspecto.
Alimentos para el bronceado
Consume alimentos que contengan a nivel nutricional:
- Vitamina A
Zanahoria, espinaca, brócoli, coles de bruselas, fresas, melón, durazno, pera, naranja, mango, manzana, pescado, leche, queso, mantequilla, huevo.
- Vitamina E
Zanahoria, espinaca, brócoli, espárrago, germen de trigo, aguacate, ciruela, manzana, plátano y frutos secos.
- Vitamina C
Coles de bruselas, pimientos, tomate, coliflor, naranja, toronja, guayaba, fresa, limón, kiwi y melón, entre otros.
- Selenio
Germen y salvado de trigo, brócoli, espárragos, cebolla, ajo, tomate, champiñones, cebada, trigo, frutos secos, levadura de cerveza, pescado, entre otros.
- Zinc
Legumbres, cacahuetes, frutos secos, cereales integrales, huevo y levadura de cerveza.
- Ácidos grasos insaturados
En aceite de oliva y cacahuetes.
Bebe agua
Bebe ocho vasos diarios de agua para restaurar la hidratación de tu piel. También puedes incorporar jugos de frutas y vegetales que ayuden a estimular la producción natural de melanina, que es la responsable del bronceado.
Exfoliar la piel
Se recomienda exfoliar la piel para eliminar las células muertas, regenerar las células y limpiar los poros.
Para esto, limpia la piel y usa una crema exfoliante en suaves círculos. Enjuaga con agua tibia. Puedes masajear para activar la circulación y promover la oxigenación.