Rusia lanzó el 31 de julio una nueva nave de carga hacia la estación espacial internacional. La cosmonave Progress MS-12 despegó a las 08:10 UTC desde Baikonur, a bordo de un cohete Soyuz-2-1a.
Para dejar espacio, su antecesora, la Progress MS-11, fue separada del módulo Pirs a las 10:43 UTC del 29 de julio, para acabar siendo destruida unas 4 horas después sobre la atmósfera terrestre. Había sido cargada con basura y otros elementos inservibles.
La Progress MS-12 efectuó un viaje rápido hacia el complejo orbital, de solo dos órbitas. Finalmente fue acoplada sin dificultades a las 15: 29 UTC.
Los astronautas de la estación empezarán a descargar sus contenidos de inmediato. El vehículo transporta dos toneladas y media de suministros, incluyendo combustible, oxígeno, agua y aire. El resto son alimentos, experimentos, recambios, medicinas, correo y utensilios personales, ropa, etc. Todo ello mantendrá al complejo cómodamente equipado hasta al menos febrero de 2020, aunque hasta entonces continuará el lanzamiento de nuevas misiones de carga.