Recientemente se cumplieron cinco años desde que la sonda Rosetta de la ESA llegara a su destino, el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (o 67P/C-G). También se han cumplido cuatro años desde que el cometa, escoltado por Rosetta, alcanzara el perihelio, el punto más cercano al Sol a lo largo de su órbita.
El cometa 67P/C-G es un objeto polvoriento. A medida que se aproximaba a su posición más cercana al Sol entre finales de julio y agosto de 2015, los instrumentos de Rosetta detectaron cómo una gran cantidad de polvo envolvía el cometa. Eso se debía a la proximidad del cometa a nuestra estrella, pues su calor hizo que el núcleo liberase gases al espacio, levantando polvo con ellos. También se observaron chorros espectaculares, que expulsaban aún más polvo. Este material eyectado es el que forma la coma, la envoltura gaseosa que rodea al núcleo y que puede crear la bella y característica cola de los cometas.
Una sola imagen del instrumento OSIRIS de Rosetta puede contener cientos de granos y partículas de polvo alrededor del núcleo del cometa, de 4 km de diámetro. En ocasiones salen expulsados de la superficie de 67P/C-G fragmentos aún mayores.
En una imagen, tomada por Rosetta un par de meses tras el perihelio, cuando la actividad del cometa aún era muy intensa, se atisbó junto al núcleo del cometa una compañera inesperada: un pequeño fragmento.
Científicos de la ESA y del equipo del instrumento OSIRIS están observando a fondo este fragmento del cometa. Bautizado por la investigadora Julia Marín-Yaseli de la Parra como “Churymoon”, parece que el fragmento tiene poco menos de 4 metros de diámetro.
Al modelar las imágenes de Rosetta, se ha visto que este objeto pasó las primeras 12 horas tras su expulsión en un trayecto orbital alrededor de 67P/C-G a una distancia de entre 2,4 y 3,9 km del centro del cometa. Después, el fragmento atravesó una parte de la coma, lo que dificultó el seguimiento preciso de su recorrido. No obstante, observaciones posteriores al otro lado de la coma confirman una detección coherente con la órbita del fragmento, lo que indica su desplazamiento alrededor del cometa hasta el 23 de octubre de 2015.
Los científicos llevan estudiando y siguiendo restos alrededor de 67P/C-G desde la llegada de Rosetta en 2014. Es probable que el objeto destacado en esta vista sea el mayor fragmento detectado alrededor del cometa y será objeto de nuevas investigaciones.
El cometa 67P/C-G se encuentra en estos momentos en el sistema solar exterior, entre las órbitas de Marte y Júpiter, y experimentará su próximo perihelio a finales de 2021. (Fuente: ESA)