La grasa parda, también conocida como tejido adiposo marrón, es un tipo especial de grasa corporal que se activa cuando sientes frío. Esta grasa, que se almacena en varias partes del cuerpo como el cuello, la clavícula, los riñones y la médula espinal, se considera un órgano de calor. Cuando el cuerpo siente frío, la grasa parda se activa utilizando el azúcar y la grasa de la sangre para generar calor en el cuerpo.

 

Un equipo de investigadores, liderados por la universidad de Rutgers, encontró que la grasa parda podría, además, ayudar al cuerpo a filtrar y eliminar los aminoácidos ramificados básicos y esenciales (BCAA, por sus siglas en inglés) de la sangre, entre los que se encuentran la leucina, la isoleucina y la valina, los cuales se relacionan con la obesidad y la diabetes si se almacenan en grandes cantidades.

 

Los BCAA se encuentran en alimentos como los huevos, la carne, el pescado, el pollo y la leche, pero también en suplementos utilizados por los atletas para aumentar la masa muscular. Estas sustancias son a menudo beneficiosas para mejorar el metabolismo y el rendimiento en los deportistas. Sin embargo, el aumento excesivo de los niveles de BCAA está relacionado con la obesidad y la diabetes.

 

“Los suplementos de BCAA son beneficiosos para aquellos que tienen grasa parda activa (es decir, personas sanas), pero pueden ser perjudiciales para aquellos que no tienen grasa parda (es decir, personas ancianas, obesas o diabéticas, pues estos tienen poca capacidad para eliminarlos posteriormente)”, argumenta Labros Sidossis, coautor del estudio que publica la revista Nature y profesor de la Universidad de Rutgers (EE UU).

 

De esta forma, este tipo de grasa podría ayudar a protegernos contra la obesidad y la diabetes ya que funciona mejor que la grasa blanca para eliminar estos aminoácidos. Sin embargo, se necesitan más estudios para examinar por qué algunos humanos tienen este tipo de grasa y otros no, o cómo puede activarse y si hay intervenciones farmacológicas que puedan aumentar su cantidad en el cuerpo.

 

El estudio descubrió que una nueva proteína, llamada SLC25A44, es la encargada de controlar la velocidad a la que la grasa parda elimina los aminoácidos de la sangre y los utiliza para producir energía y calor, un misterio que llevaba más de 20 años intentando resolverse.

 

“La existencia de un transportador mitocondrial de BCAA ha estado en juego más de 20 años, pero no había sido identificado.  Ahora sería muy útil averiguar cómo podemos manipularlo para que sea capaz de eliminar la mayor cantidad de BCAA posible y mejorar así la salud metabólica”, asegura el investigador.

 

Los expertos todavía necesitan determinar si la absorción de los BCAA por la grasa parda puede ser controlada por factores del entorno –como la exposición a temperaturas ligeramente frías (18 grados) o el consumo de alimentos picantes–  o por medicamentos. “Esto podría mejorar los niveles de azúcar en sangre que están relacionados con la diabetes y la obesidad”, señaló Sidossis. (Fuente: SINC)

Publisher: Lebanese Company for Information & Studies

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