Una investigación internacional del CSIC (España) muestra la evolución y el crecimiento de una falla activa en el mar de Alborán. La falla de Al-Idrissi fue la causa del terremoto que sacudió el sur de la península ibérica y el norte de África en 2016, el tercero registrado desde 1994.
Un equipo internacional liderado por el Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (ICM-CSIC) demuestra el crecimiento de una falla reciente en el mar de Alborán, llamada falla de Al-Idrissi, fuente del terremoto de magnitud 6.4 en la escala Richter que afectó las zonas de Melilla y el sur de la península ibérica en enero de 2016. El estudio, publicado en Nature Communications, muestra la generación y el crecimiento de una falla activa.
El mar de Alborán es una cuenca joven situada entre las placas tectónicas de Eurasia y de África. El sistema de la falla de Al-Idrissi, que cruza la parte central del mar, se encuentra en el límite de ambas placas. Es la estructura tectónica activa más larga de la región, con unos 100 kilómetros de longitud, y se desliza casi 4 milímetros al año.
“Nuestro trabajo muestra, por primera vez, la estructura detallada de un sistema de fallas en su etapa inicial. Este sistema de fallas incipiente es una oportunidad única para estudiar el crecimiento y la evolución de una joven falla de movimiento lateral”, explica la investigadora del ICM-CSIC Eulàlia Gràcia Mont, líder del proyecto.
El sistema de falla de Al-Idrissi, enlaza hacia el norte con las fallas NSF del margen de Almería, y hacia el sur con las fallas del margen Norte-africano. En el medio del sistema, se encuentra el epicentro del sismo del 25 de enero de 2016, de magnitud (Mw) 6.4, el más grande registrado en el mar desde que se instalaron los primeros sismómetros, hace más de cien años. Un terremoto submarino (terremoto de Al-Idrissi) que sacudió el norte de la costa marroquí, afectando gravemente la ciudad de Melilla y numerosas localidades del sur de la península ibérica y del norte de África. El evento demuestra que la falla continúa creciendo.
El estudio ha empleado una metodología que combina datos de alta resolución batimétrica para obtener el relieve tridimensional de la falla Al-Idrissi con un elevado nivel de detalle. La falla de Al-Idrissi es un modelo único que muestra la generación y el crecimiento de una falla activa. En los últimos treinta años, se han registrado tres eventos sísmicos (en 1994, en 2004 y en 2016). La acumulación de sismos puede conducir a la generación de fallas más largas con el potencial para generar sismos de mayor magnitud con el paso del tiempo.
“Ahora que conocemos con detalle esta estructura de falla que está creciendo, podemos establecer con más precisión la posible evolución sísmica de este sistema”, afirma la investigadora del ICM-CSIC.
Esta investigación ha sido coordinada por el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, y ha involucrado al Instituto Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC) y la Unidad de Tecnología Marina, como centros del CSIC, el centro IFM-GEOMAR (Alemania), la división de geociencias del Scripps Institution of Oceanography (EEUU), el Centro Irlandés de Investigación en Geociencias Aplicadas (Irish Centre for Research in Applied Geosciences, ICRAG, Ireland), Université Sorbonne de París (Francia), Centro Oceanográfico Nacional de Southampton (UK) y la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA). (Fuente: CSIC)