¿Qué información y acuerdos faltan para que las Contribuciones Nacionales Determinadas (INDC) lleguen a buen puerto antes de la COP21? ConexiónCOP le hizo esta pregunta a especialistas. Los países tienen aún un largo camino por recorrer. En la COP21 que se llevará a cabo en diciembre en París se espera lograr un acuerdo mundial que sea robusto, con un nivel de ambición muy alto y que permita aminorar los Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el mundo. Eso marcará una nueva etapa, seguramente más intensa, en la lucha global contra el cambio climático. Para lograr la meta, es necesario que los 195 países miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) entreguen sus Contribuciones Nacionales Determinadas (INDC, por sus siglas en inglés) antes del 30 de octubre de este año, y así conocer cuál es el compromiso de las partes en la reducción de las emisiones. Pero, ¿qué puntos quedan aún en el aire para terminar de fijarlas? ConexiónCOP conversó con Camila Bustos, investigadora de Nivela; Beatriz Zavariz, especialista en cambio climático del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT); y con Gerardo Honty, del Centro Latino de Ecología Social Uruguay (CLAES) organización de Climate Action Network; para conocer cuáles son las informaciones que faltan para tener mayor precisión sobre las contribuciones.
- Participación. Según explica Camila Bustos, las INDC son herramientas para conectar los debates domésticos sobre desarrollo, energía limpia y calidad de vida con la discusión a nivel internacional, pero aún falta trabajar una narrativa que vincule las contribuciones con el día a día. Es decir, falta precisar una respuesta a esta pregunta: ¿Qué significan las INDC para la población y de qué manera puede aportar para aminorar los GEI?
- Implementación. La especialista de Nivela sostiene que no está claro cómo se están realizando los planes de implementación y monitoreo, y que es vital que exista información al respecto. La implementación debe de ser trabajada por parte de los gobiernos. Si estas contribuciones no reciben insumos de diferente sectores y ministerios, será difícil ver cómo el aporte va más allá de un requisito por la parte de la CMNUCC.
- Anexar las INDC con los planes de adaptación. Latinoamérica negocia principalmente el tema de adaptación. Es por ello que se necesita tener claro cómo se incorporará este punto en las INDC. Deben de existir bases y definiciones respecto a adaptación para reducir la vulnerabilidad de la región.
- Traslado del apoyo internacional. Es una información valiosa principalmente para los países en desarrollo. Se necesita tener información consistente sobre la forma en que se recibirá la ayuda internacional para la implementación de la INDC y bajo qué mecanismos se ejecutará.
- Tiempo de revisión. Aún no existe información clara sobre cada cuánto tiempo se hará una revisión sobre la ejecución de las INDC. Al no existir claridad sobre este punto, los países serán sus propios fiscalizadores para saber si se están acercando o no a sus metas de reducción. Los especialistas recomiendan que se haga una revisión periódica de ambición colectiva para evaluar la eficacia de las contribuciones.
- Escenario BAU. Gerardo Honty explica que los países desarrollados, en general, establecen metas de reducción respecto a las emisiones pasadas, por ejemplo, poniendo como meta reducir en 30% sus emisiones respecto a las emisiones del año 1990 (año base). A esto se le llama reducción absoluta. Pero los países en desarrollo establecen reducciones respecto a las emisiones esperadas en un futuro (emisiones proyectadas). Por ejemplo, reducir un 30% las emisiones que tendrían bajo un escenario Business as Usual (BAU) , es decir, bajo un escenario en el que no se aplican medidas de mitigación, al año 2030. A esto se le llama reducción relativa. Esto implica que los países deben antes que nada definir este escenario BAU para después estimar las reducciones, porque, según el especialista, existiría una tendencia a inflar el escenario BAU. “No es obligatoria hacer una diferencia sobre cómo reportan los países desarrollados y las naciones en desarrollo, pero los países desarrollados tienen esa obligación por el Protocolo de Kioto. Además, en los reportes del IPCC se establece que los países desarrollados tienen que reducir emisiones por debajo de lo actual (por lo menos), mientras que las naciones en desarrollo pueden crecer aún un poco. Por estas razones, en general, se están planteando las INDC’s de manera diferente”, explica.
- Detalles sectorizados. Beatriz Zaviz sostienen que se necesita puntualizar la labor que ejecutará cada sector económico de una nación y que esa información debería estar detallada en la entrega de las contribuciones.
- Vinculante. Hasta la fecha no se conoce de qué manera el acuerdo final en París, que hará referencia a las INDC, tendrá una vinculación global. Los expertos afirman que tendría que ser un documento legalmente vinculante.
- ¿Qué sucede si un país no entrega su INDC? Se espera que todas las naciones entreguen sus contribuciones para reducir sus GEI. Sin embargo, si un país no hace público su INDC antes del 30 de octubre, ¿el tiempo se extenderá? Los expertos señalan que aún no existe información al respecto, ni tampoco si se dará mayor oportunidad de tiempo a los países más vulnerables.
- Responsabilidades históricas. ¿De qué manera los países industrializados y responsables en su mayoría del cambio climático, lograrán resarcir sus responsabilidades mediante sus INDC?, es una pregunta que se espera se tome en consideración cuando las naciones desarrolladas presenten sus contribuciones y demuestren a los países más vulnerables su participación en la lucha contra el cambio climático.